Menos de 24 horas después de escenificarse en el Congreso que el pueblo valenciano y sus instituciones son un peso mosca en el mapa político estatal, el conseller de Hacienda, Vicent Soler, compareció ayer en las Corts para presentar su plan de viabilidad para la «supervivencia» del autogobierno valenciano. El responsable de las cuentas de la Generalitat repasó el cómo, el desde cuándo y el porqué de la situación crítica de la caja de la Generalitat y reiteró que el sistema de financiación «nos ha conducido al mayor desastre de nuestra autonomía en sus 32 años de existencia».

El cambio de modelo resulta «vital», dijo, para la «plena recuperación de esta autonomía» o de lo contrario «habremos sufrido la mayor derrota desde el decreto de Nova Planta», que derogó los furs. Tras la denuncia política de la discriminación a los valencianos —por un conseller que representa la rama más valencianista del PSPV— Vicent Soler avanzó que propondrá al Gobierno de España la «refinanciación» de la deuda acumulada (alcanza los 40.085 millones) «en las mejores condiciones posibles para la Comunitat Valenciana». «Ya que la Generalitat es deudora de la misma Administración que la ha ignorado durante años, el Consell va a plantear (...) una reestructuración global de la deuda pública autonómica», que incluirá «mutualizar aquella parte que sea fruto de la infrafinanciación y establecer plazos y condiciones de amortización que permitan a la Generalitat ser viable».

Esa mutualización, dentro de la reestructuración global, vendría a ser una especie de condonación equivalente al dinero de menos recibido por la Comunitat Valenciana entre 2002 y 2013, con el último modelo aplicable. Si el cálculo se hace sobre la aportación media al conjunto de comunidades, serían 12.433 millones de euros los que habría dejado de recibir la Generalitat. Se trata de una cantidad mínima porque, según subrayan desde Hacienda, no está escrito que políticamente el cálculo tenga que hacerse sobre la media.

Recuperar terreno perdido

De hecho, en la propuesta que se elevará se hará la consideración, apuntó Soler desde la tribuna de las Corts, de que el nuevo modelo de financiación deberá tener en cuenta no sólo las exigencias actuales sino «las acumuladas» en aras de «atender las necesidades básicas de los valencianos». Por eso, «necesariamente, para llegar a la igualdad con el resto de España, debemos disponer transitoriamente de recursos por habitante por encima de la media española» para compensar la discriminación acumulada, vino a argumentar el titular de Hacienda.

El conseller exhibió un tono duro en su denuncia de la discriminación valenciana. «Que seamos la única comunidad que combina una balanza fiscal negativa y un nivel de renta 12 puntos inferior a la media española es, sencillamente, escandaloso, ilegal y opuesto a la equidad que cabe esperar de un Estado civilizado, moderno y justo», sentenció Vicent Soler.

El «problema valenciano», lejos de solucionarse, «ha ganado en intensidad porque en vez de proporcionarnos soluciones reales, se nos ha conectado a esos instrumentos de respiración asistida conocidos como FLA o planes de pago a proveedores». Para Soler, el Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) no es un «mecanismo neutral». «Su aplicación y los mecanismos de control constituyen un activo ejercicio de recentralización», denunció el conseller, para abundar: «Una recentralización silenciosa pero rampante (...) abierta, descarada y prepotente».

Soler dará por hecho ingresos del nuevo modelo para cuadrar sus primeras cuentas

El presupuesto de la Generalitat para 2016, el primero del nuevo Consell de izquierdas, se elaborará partiendo de la previsión como «fuente de ingresos» de recursos que provengan del nuevo modelo de financiación autonómica. Con la intención de que el «descabellado objetivo de déficit al que se nos obliga no repercuta sobre los servicios básicos que presta la Generalitat, como pasaría, sin ninguna duda, en caso contrario». Lo avanzó ayer el conseller Vicent Soler, si bien no puso cifras. La izquierda ha criticado reiteradamente al Consell del PP por cuadrar cuentas con ingresos no garantizados.