Cada comicio electoral le supone a la Compromís un desgaste orgánico que no sufren otros partidos, más allá de la pugna por los nombres de las listas. Cada formación de la coalición tiene que acordar con su militancia las decisiones a tomar pese a las sugerencias de la ejecutiva lo que, como ha pasado en los pactos para las próximas generales, puede plantear un cisma. De momento y con un 75 % de los votos negativos, las bases del Bloc rechazan negociar con Podemos mientras que los afiliados a Iniciativa, el partido de Mònica Oltra, votarán en una asamblea con un previsible resultado favorable a concurrir con la formación de Pablo Iglesias.

Ayer, el turno fue para Verds-Equo, la tercera pata de la coalición. La ejecutiva de los ecologistas ratificó la necesidad de que Compromís busque «una candidatura amplia de confluencia con fuerzas afines a la coalición de cara a las próximas elecciones». Es decir, con Podemos y abierto a otras formaciones. Esta es la misma tesis que defiende Mònica Oltra.

En la ejecutiva de Compromís explicaron ayer que la situación es complicada porque ambas posturas, el sí y el no a Podemos, «tienen una fuerza importante», por lo que habrá que tener en cuenta las dos sensibilidades.

La dirección de la coalición se plantea abordar en su próxima reunión ordinaria del 5 de octubre «una solución en la que todo el mundo se sienta cómoda». Y esta pasa por que se vuelva a votar.

La consulta se podría realizar de dos maneras. En un referéndum vinculante a todos los militantes de la coalición, al estilo Bloc pero abierto a los adheridos, afiliados a Iniciativa y militantes de Verds-Equo. La otra opción sería llevar la decisión al Consell General de Compromís, el órgano de máxima decisión de la coalición. Esta opción podría soliviantar a las bases nacionalistas que ya han votado en dos ocasiones.

Un millón de votos

Ayer, el líder de Podemos en la Comunitat Valenciana opinó sobre el posible pacto con Compromís y lo consideró una «oportunidad histórica» de construir «una potente voz valenciana en Madrid». «Hay quien dice que puede ser la candidatura del millón de votos», sentenció.