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«La gestión del entierro nos ayudó después en el accidente del metro»

concejal de Torrent, por las circunstancias participó en el entierro de las víctimas de Xirivella. Veintiséis años después estaba en el gobierno local de Torrent cuando sucedió el accidente de metro

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Torrent acogió el entierro de las víctimas. ¿Cómo lo recuerda?

Vino tanta gente que la entrada de la avenida estaba abarrotada y teníamos que pasar los féretros por encima de las cabezas. Al acabar la misa estalló el caos por el nerviosismo de las familias. Temían que por error otro se llevara el ataúd de sus familiares. La tensión fue tal que el Gobernador Civil amenazó con ordenar una carga. Tuve que coger el micrófono, llamar a la calma y dirigir la salida como si fuera el tráfico.

La mayoría de víctimas eran de Torrent, como en 2006.

Sí. Recuerdo que fue muy dura la muerte de la esposa del concejal Eusebio Villalgorbo. Él estaba ingresado en la Fe para ser operado del corazón. Ella volvió a Torrent en el autobús a por la cartilla. Tardamos varios días en localizarla porque no estaba identificada al no llevar documentación y estar desfigurada. No falleció en el momento. El alcalde Marín tuvo que identificarla y no sabíamos como decírselo a Eusebio.

¿La gestión de aquel siniestro les ayudó en el del metro?

Mucho. Coincidió que algunas de las personas que estábamos en 1980, también éramos concejales o funcionarios en 2006. Eso nos evitó cometer muchos errores e ir siempre por delante de lo que necesitaban las familias en los días más duros, como temas de papeleo o apoyo psicológico. Por el caos del entierro en la avenida de 1980, decidimos instalar la capilla ardiente del metro en el Parc Central y preservar más la intimidad de las familias.

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