Carlos Fabra almorzaba en un comedor privado de la Moncloa con Mariano Rajoy cuando este último recibió la llamada de Francisco Camps para comunicarle su marcha de la Presidencia de la Generalitat y proponerle dos posibles sustitutos, uno de ellos, Alberto Fabra. Sin embargo, dicho encuentro no pudo celebrarse en la Moncloa, ya que Rajoy todavía no era presidente del Gobierno, cargo que ocupaba Zapatero. De hecho, la proximidad de las generales fue uno de los factores que desencadenó la marcha de Camps, tras abrirse juicio por la causa de los trajes, y su relevo por Alberto Fabra.