El Consell que preside Ximo Puig vive con las ondas hertzianas enroscadas al cuello desde que tomó el mando de la Generalitat. Una vez que el colectivo de extrabajadores de RTVV ha asumido que la reapertura de Canal 9 no será exprés por la vía de la reversión del ERE de extinción, ahora es Acció Cultural la que urge a la Generalitat a enchufar las emisiones de TV3. La señal de esta cadena fue apagada definitivamente el 17 de febrero de 2011 „luego la de Catalunya Ràdio„, cuando la entidad cívica cerró los tres últimos repetidores, hostigada por los más de 800.000 euros de multa que le impuso el Consell de Francisco Camps, amenazada de embargo del edificio Octubre y víctima de una cascada de órdenes de precinto de torres de emisión decretadas por la Generalitat.

El Tribunal Supremo declaró la ilegalidad de estas actuaciones al considerar que el Consell tiene capacidad de inspección pero no de sanción, una competencia que pertenece al Gobierno central. Además, consideraba la sentencia que Acció Cultural no era un operador de televisión sino que simplemente difundía la señal. ACPV declinó con todo conectar de nuevo los repetidores ante el temor a que el Consell de Alberto Fabra instara al Ejecutivo central a actuar contra Acció Cultural.

Como contó ayer Levante-EMV, la junta directiva de la propietaria de las 13 torres de reemisión aprobó en asamblea instar al Consell a «asumir directamente» la gestión de la señal de TV3 a través de la red de repetidores de Canal 9 y acogiéndose al convenio de reciprocidad de las emisiones de las dos autonómicas firmado por el expresidente Fabra y su homólogo catalán Artur Mas.

Un portavoz del Consell declaró ayer a este diario que no habrá señal de TV3 en la Comunitat Valenciana hasta que no regresen las emisiones de Canal 9. «No tiene sentido», subrayó este portavoz, aplicar el convenio «cuando uno de los dos actores no existe».

El Gobierno valenciano, agregó esta misma fuente, entiende que lo lógico es que se vea la autonómica catalana dado que se pueden sintonizar cadenas extranjeras, pero cuando regrese Canal 9.

Hay, apuntaron, razones técnicas para ese no, según la Generalitat. El múltiplex por el que emitían Nou y Nou2 traslada la señal de las dos TDT con licencia autonómica: Mediterráneo TV y Las Provincias TV, frecuencia alquilada al canal de teletienda EHS y al tarot. Si se cede un tercer canal en ese mismo múltiplex a la televisión catalana «solamente quedaría uno libre para RTVV». De esta forma, apuntan, la futura radiotelevisión pública valenciana solamente podría emitir un canal. La extinta RTVV tenía dos. Por ese múltiplex trascurre también la señal del servicio de emergencias 112. En esa línea, desde el Consell se reitera la exigencia al Gobierno central de que ponga un segundo múltiplex a disposición de la Generalitat.

Que no mate las ganas de Canal 9

Razones técnicas al margen, hay un argumento social y político que pesa en la negativa del Gobierno autonómico a que su red de repetidores sirva para transportar la señal de TV3. En el Consell temen, y así lo reconocen, que una recuperación de las emisiones de la televisión pública catalana pudiera generar una sensación de que ya no resulta tan urgente la puesta en marcha de Canal 9.

En ACPV subrayan que solo si conecta el Consell en virtud de ese convenio de reciprocidad, las emisiones tendrían «soporte legal». Y añaden que es también la alternativa más deseable porque la red de repetidores de Canal 9 «cubre más territorio que la de ACPV y tiene más calidad». Tras la sentencia del Supremo, más del 90% de los socios de Acció Cultural expresaron en una consulta interna su deseo de volver a conectar la señal. La junta directiva se había pronunciado en ese mismo sentido, pero el temor a las multas les hizo dar marcha atrás.