Los refugiados que lleguen de Siria y de otros países en conflicto necesitarán viviendas y los bancos son propietarios de muchos inmuebles vacíos. Por ello, el Consell ha iniciado una serie de conversaciones con entidades bancarias que persigue un claro objetivo: conseguir que las entidades bancarias cedan viviendas para uso social durante cinco años. La ronda de contactos comenzó ayer con la directora general de Inclusión Social, Helena Ferrando, y los responsables de Cajamar Caja Rural como protagonistas.

Sin embargo, el Consell pretende con esta iniciativa acabar también con el problema de «despoblación» que existe, especialmente, en algunas zonas rurales y envejecidas. «Así se garantiza no solo la vida digna de las personas refugiadas sino también que existan pueblos donde las líneas escolares, las propias escuelas y otras dotaciones pueden cerrar por falta de usuarios», aseguró ayer Helena Ferrando.

Es más, la directora general explicó que la creación de una red de viviendas de uso social en estas zonas «despobladas» dará respuesta «a la crisis humanitaria europea, pero también servirá para estar preparados y dar respuesta a las personas migrantes por motivos laborales, evitar conflictos y poder garantizar la inclusión y una vida digna para las personas».

Mientras la directora general de Inclusión Social empezaba la negociación con los bancos, tenía lugar el pleno del Consell donde se encargó a la vicepresidenta Mònica Oltra la realización de los trámites necesarios para la creación de la Comisión Mixta de Atención y Acogida a Personas Refugiadas y Desplazadas. «La idea es que participen otras administraciones públicas y entidades especializada en la atención a estas personas como Acnur, Cruz Roja, las diputaciones o la Federación Valenciana de Municipios y Provincias», explicó el conseller de Transparencia, Manuel Alcaraz, tras el pleno del Consell.

De momento se desconoce qué cuantía destinará la Generalitat para esta operación, aunque Alcaraz aseguró que el Consell «podrá todos los recursos necesarios» y que la cuantía se concretará «cuando se conozca exactamente el número de refugiados y las actuaciones concretas que se tienen que emprender».

Jornada solidaria de Cruz Roja

Por otra parte, Cruz Roja celebró ayer una jornada de solidaridad con las personas refugiadas. La cita tuvo carácter extraordinario y se realizó en el arranque del Día de la Banderita que se celebrará en Valencia los días 11 y 12 de diciembre.

El alcalde Joan Ribó, visitó la mesa petitoria instalada en la puerta del Ayuntamiento y reclamó «apoyo con los refugiados dada la crisis migratoria actual». Para todos los ciudadanos que deseen colaborar, Cruz Roja ha habilitado una cuenta bancaria en Bankia para facilitar el ingreso de donativos de los valencianos.