Un nuevo estudio afirma que los jóvenes son el grupo de la población que más ha sufrido los embates de la crisis económica (junto a los parados de larga duración), ya que su renta media ha caído un 28 % desde 2008. En su segundo informe el Observatorio de Investigación sobre Pobreza y Exclusión en la Comunidad Valenciana considera a la juventud como un «colectivo vulnerable».

La elevada tasa de paro juvenil, que pasó del 29,61 % en 2008 al 50,19 % en 2014 (y llegó al 66 % en hombres jóvenes en el primer trimestre de 2014), junto a las peores condiciones salariales, son los factores que han influido en la pérdida de los ingresos de los más jóvenes.

Si desde el inicio de la crisis la renta media de los hogares valencianos ha pasado de 15.899 a 14.023 euros (lo que supone una bajada del 11,8 %), la de los jóvenes lo ha hecho de 16.532 a 11.841 euros (con una caída del 4,5 % más que la general). Pero a estos datos hay que sumar los efectos de la inflación (subida de precios), por lo que la pérdida de poder adquisitivo es aún mayor. Así pues, en términos reales, la renta media de la población general ha caído un 18,6 % durante la crisis, y la de los jóvenes un 28 por ciento.

Otro dato que alarma a las entidades que conforman el observatorio y que firman el estudio „la universidad CEU-UCH, Cáritas Comunitat Valenciana y la Fundación Foessa„ es que un 31,45 % de los jóvenes valencianos se encuentra en «riesgo de pobreza», frente al 20 % que lo estaba en 2008. Y es que, uno de cada tres valencianos de 16 a 29 años tienen una renta mínima inferior al 60 % de la renta media.

Pero además, en la situación laboral de los jóvenes valencianos influye su formación. En 2014 el abandono escolar fue del 23,4 % (volvió a subir tras el 21,7 % de 2013), y un 31,6 % de los jóvenes tenía un nivel de estudios inferior a 3º de la ESO. El 23,2 % de jóvenes de 15 a 34 años no estudian ni trabajan, frente a la media española del 22,4 %. Según el informe, «el intenso proceso de creación de empleo previo a la crisis» provocó que muchos jóvenes abandonaran los estudios para incorporarse al mercado laboral «atraídos por unas excelentes perspectivas a corto plazo», que no valoraban la formación.

Más formación

No obstante, la tasa de abandono se ha reducido durante la crisis, ya que ante la falta de oportunidades laborales, los jóvenes tienden a permanecer en el sistema educativo, explican los autores. Aún así, la cifra actual duplica a la de los 28 países de la Unión Europea (11 %) y es superior a la media española (21 %). Por otro lado, decrece en 10.000 personas el número de jóvenes que buscan trabajo de forma activa, en parte por la desmotivación, como apunta el informe, y además porque muchos han decidido mejorar su formación, como ya informó Levante-EMV.