El president de la Generalitat, Ximo Puig, ha reclamado hoy a los grupos parlamentarios de Les Corts Valencianes un acuerdo unánime para exigir al Gobierno central una financiación justa para la Comunitat pero también para el conjunto de España.

Puig ha sido el encargado de abrir en las Corts Valencianes el pleno específico sobre financiación autonómica, en el que los cinco grupos parlamentarios intentan buscar un acuerdo unánime para reclamar al Gobierno de España un nuevo modelo de financiación que sea constitucional.

El president ha trasladado una propuesta de modelo de financiación con tres tramos: uno que garantice el acceso de todos los españoles al mismo nivel de sanidad, educación y prestaciones sociales, otro que contemple la suficiencia financiera para el resto de competencias, y otro que permita a las comunidades un espacio fiscal propio.

Para ello, plantea la creación de un Fondo de Garantía del Estado de Bienestar, similar al fondo de las pensiones, un fondo de desarrollo regional, un fondo de reequilibrio financiero para dar solución a la deuda histórica, y una "revisión de las contribuciones forales a las cargas del Estado".

Se trata, según Puig, de una propuesta valenciana pero pensada para el conjunto de las comunidades, pues ha asegurado que no busca solo que la Comunitat reciba más fondos de Estado, sino que el modelo de financiación "sea constitucional y trate a todos los ciudadanos con igualdad".

Puig, quien ha destacado que esta autonomía ha estado "mal financiada históricamente", ha advertido de que el cambio de modelo no puede esperar porque sin él la sanidad, la educación y la dependencia valencianas "no serán sostenibles", y el autogobierno será "inviable" o será un autogobierno "de decorado".

Ha destacado que un madrileño recibe 165 euros más por año que un valenciano, y un catalán, 303 euros más, y ha precisado que si la comparación se realiza con las comunidades forales resulta "ofensiva", ya que un vasco, ha dicho, recibe 2.105 euros más para financiar los mismos servicios.

Esto obliga a la Comunitat a endeudarse y provoca que "las políticas de impulso económico, imprescindibles en tiempos de crisis, estén prácticamente desmanteladas", ya que el gasto de la Generalitat debe concentrarse en atender los servicios públicos fundamentales.

El president ha afirmado que la financiación es el principal, pero no el único motivo de la situación en la que se encuentra la Comunitat, y ha citado "las bajas inversiones del Estado", la mala gestión de los Gobiernos valencianos anteriores y la insuficiente defensa de los intereses de la Comunitat.

Todo eso "ha llevado al borde del abismo financiero a la Generalitat", según Puig, quien ha apuntado alguna de las razones que, a su juicio, han favorecido la situación en la que se encuentra la Comunitat.

"Nunca hemos actuado unidos de verdad cuando se trataba de negociar con el Gobierno de España, siempre había intereses partidistas que fragmentaban nuestro peso y capacidad de negociación", ha reconocido Puig, para quien la otra razón es una lealtad a España "mal entendida y casi nunca recíproca".

Puig ha reconocido también que hay responsabilidades propias que hay que asumir, a las que hay que sumar "la hipoteca reputacional por la corrupción y el malgasto de recursos que dificulta cualquier negociación", y ha reclamado un pacto por la financiación lo más amplio posible y acabar con la "invisibilidad".

El president se ha comprometido a defender el acuerdo que salga de las Corts "en todos los ámbitos y condiciones" independientemente de quien gobierne en España la próxima legislatura.

La sesión, que está siendo seguida por representantes de la sociedad civil, empresariales y sindicales, y por el grupo de expertos en materia de financiación, ha arrancado con un minuto de silencio en memoria de las tres últimas víctimas de la violencia machista.