El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, reivindicó ayer en una entrevista concedida a Levante TV la urgencia por «conseguir una financiación per cápita justa que iguale a la Comunitat Valenciana con el resto de comunidades autónomas».

Así, el jefe del Consell anunció en vísperas de un 9 d'Octubre marcado por el debate de la financiación que el Consell «asume la herencia de la corrupción y de la mala gestión, pero la infrafinanciación la debe asumir el Estado». Además, sobre los presupuestos del año 2016 adelantó que «se subirán los impuestos a los que tengan más recursos porque tienen que contribuir más para beneficiar al conjunto».

Después de más cien días para asentarse en el Palau de la Generalitat, Ximo Puig definía ayer con su propio titular un primer balance: «Cambio y unidad». Aseguró que los deberes de los valencianos «están hechos» y se basan precisamente en «actuar unidos y plantear una reivindicación clara». Para ello, durante la entrevista remarcó que para avanzar en materias sociales lo «primordial» es centrarse en conseguir que «lo justo se haga realidad en cuanto a financiación». «El gobierno de España no puede continuar humillando a cinco millones de personas, que son los valencianos», sentenció.

Otro de los temas que se trataron durante la entrevista fue cómo podrían afectar las próximas elecciones generales en la formación del actual Consell. Ante la pregunta de si repercutirá o no, Ximo Puig respondió que continúa apostando por el Pacto del Botánico, pero tampoco descarta que, si los resultados convierten a Podemos en fundamental para formar el posible gobierno socialista, el grupo de Antonio Montiel podría llegar a entrar en el Consell. En estos momento da su apoyo en las Corts.

Tampoco pasó por alto el debate sobre los resultados de las elecciones catalanas. «Los que estamos en contra de la independencia de Cataluña tendremos que buscar una solución estable», argumentaba sobre una temática que afecta mucho a los valencianos por los «lazos culturales y económicos compartidos».

«El alcalde de los valencianos»

El presidente de la Generalitat mostró su carácter cercano cuando aseguró ser «el alcalde de los valencianos». Alcalde de Morella durante doce años, se considera accesible y pide no perder la posibilidad de conversar con los ciudadanos. Se define como «deudor» de todos, tanto de aquellos que lo votaron como de los que no lo hicieron, y reconoce que cada dos o tres semanas vuelve a su localidad natal para «respirar oxígeno».

Por último, destacó la recuperación del espacio público con ejemplos como la apertura del Palau de la Generalitat, que recibió el pasado fin de semana más de 18.000 visitas.