El alcalde de Orihuela, Emilio Bascuñana (PP), utilizó parte de su discurso en el acto institucional del día de la Comunitat Valenciana para exigir al nuevo Consell que respete a la ciudad por el hecho de ser castellanohablante y le advirtió de de que «no consentirá imposiciones de ningún tipo» en materia del uso del valenciano. En ese sentido dijo que lo que hay que hacer es «ofrecer a los alumnos la posibilidad de ampliar sus conocimientos, no obligarles a hablar una lengua que no oirán en la calle».

Bascuñana prosiguió que las tradiciones y la historia de Orihuela «también deben ser respetadas y deben aceptar que somos tierra castellanohablante con idénticos derechos a cualquier otro valenciano». El primer edil dijo que no reniega del valenciano pero pidió que «del estímulo del uso del valenciano no se caiga, o se continúe, en el error de la discriminación por haber nacido y crecido en el uso solamente del castellano».

Bascuñana dijo que «es obligación y responsabilidad de los gobernantes autonómicos atender a todos los municipios de la C. Valenciana por igual, sin ninguna distinción», y reconoció que en Orihuela «hace demasiado tiempo que nos sentimos discriminados, por lo que es necesario corregir esta situación». A ese respecto, recordó que todavía quedan importantes proyectos pendientes como el centro de salud del Rabaloche y los colegios que aún están en barracones, la conexión rápida con la costa o el Palacio de Justicia.