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Entrevista | María José Català

"No podemos tomar las decisiones entre tres o cuatro; levantaré la voz por quienes quieren participar en el PP"

«El de Puig es un gobierno con una misión imposible: cumplir tres programas electorales y satifacer tres liderazgos», afirma la portavoz adjunta del PP en las Corts

"No podemos tomar las decisiones entre tres o cuatro; levantaré la voz por quienes quieren participar en el PP"

Cien días del PPCV en la oposición. ¿Cómo se ven los toros desde la barrera?

Ha sido duro, un cambio muy importante. Hemos reorientado nuestra vocación política y personalmente, hemos ganado tiempo para nuestras familias y aficiones. Por ejemplo, ya no me despierto a media noche para mirar el móvil. Desde la barrera, percibimos que es un gobierno con una misión imposible: cumplir tres programas electorales y satisfacer tres liderazgos y necesitamos un proyecto y un liderazgo claro.

¿Vaticina como su jefa de filas elecciones en dos años?

Soy prudente, pero es verdad que las fisuras en el gobierno pueden agravarse tras las elecciones.

¿El PPCV ya ha encontrado su caminos tras perder el poder?

El PP ha conseguido algo muy importante, la unidad. Era nuestro principal peligro, dar la sensación de una lucha interna. A partir de ahí; hay dos fases: una primera en la que tenemos que centrarnos en la labor de oposición y otra segunda, ilusionar de cara a las autonómicas y recuperar la confianza. La crisis nos ha cambiado de dial respecto al dial de los ciudadanos y tenemos que resintonizarnos.

¿Y cuál es la vía?

Hay que hablar de lo que realmente nos preocupa, dignificar la clase política y ahí meto todo: la corrupción, la defensa de un parlamentarismo serio, responsable e intentando una postura moderada y dialogante. Los ciudadanos nos pagan y nos pagan bien, para estar trabajando todos los días, estudiándonos los temas. La gente de la calle ya no está en extremismos, está con los políticos que están en lo que les interesa, sin requiebros, ni fuegos artificiales. Es más exigente y agradece que se actúe desde la normalidad, la sinceridad y la moderación. Este país se ha construído a base de consensos. Incluso para el caso catalán, la única solución es el consenso. Necesitamos políticos que estén dispuestos a sentarse todos lo días con sus adversarios.

Ha mencionado la corrupción ¿Su partido da por enterrada ya esa etapa negra?

La corrupción hay que combatirla todos los días. Rajoy dijo el otro día que hemos estado lentos demostrando contundencia. Es verdad y lo estamos pagando. A partir de ahí, algún día deberemos de dejar de hablar de corrupción porque parecerá que nunca hemos superado esta fase. Como ciudadana me indigna, como afiliada me avergüenza y como política me abochorna la corrupción. He sentido rabia porque al final uno trabaja con la mejor de sus intenciones y la gente te mete en el mismo saco y no es justo.

Bonig ha revisado las líneas rojas de Fabra ¿Está de acuerdo?

En las circunstancias en las que llegó Fabra, no podía hacer otra cosa. Todos percibimos, incluido el presidente, que esta medida ejemplar, que habíamos adoptado para ser contundentes, se había pervertido. La oposición usaba los juzgados para que nos llamaran a declarar como imputados, para sacar a personas válidas del sistema, poniéndonos en la lista negra.

¿La unidad de la que habla en su partido es provisional o es sólo hasta las generales?

Esta unidad es fruto del trabajo y de la responsabilidad de todos. Si alguien del PP no hubiera querido que se produjera, no la habría, pero todos hemos trabajado en la misma dirección.

Fabra apostó por usted para sucederle en el PPCV...

Nunca lo dijo claramente.

¿Se siente defraudada porque no le llegó el momento?

No. Tengo 34 años, estoy muy agradecida por todo lo que he vivido y creo firmemente en este proyecto. Se tomó la decisión más adecuada para propiciar la unidad del partido.

¿Se siente relegada?

Nuestro partido va a cambiar muchísimo en los próximos años. Va a tener que avanzar, pedir opinión y más participación al afiliado. Ya no van a servir las estructuras jerárquicas ni las decisiones como se han venido tomando hasta la fecha. No podemos tomarlas entre tres o cuatro. Y tengo la firme intención de levantar la voz por todos aquellos afiliados que quieren participar en las decisiones más importantes. Tengo una responsabilidad en este momento: ayudar a hacer una transición a un partido más moderno, más dialogante, más participativo y más adaptado a la realidad de la calle.

¿Habrá primarias en el congreso regional?

Sí o sí vamos a tener que pedir opinión porque es la única manera de tomar las decisiones correctas y de orientarnos hacia una carrera electoral con opciones de ganar. El afiliado de Lloc Nou de la Corona, que lleva toda la vida pagando sus cuotas, tiene el mismo derecho que yo a decidir sobre el futuro de su partido. Es un proceso imparable.

¿Está en sus planes disputar a Bonig la presidencia del PPCV?

Primero. Respecto a la presidenta, decir que nos conocemos hace muchísimo, tenemos una trayectoria política paralela y hay una relación de aprecio, de respeto y de colaboración absoluta. Soy una persona que siempre voy de cara y lo primero que le dije es que iba a estar con ella, como estuve con Paco Camps y con Alberto Fabra, desde el primer hasta el último día. Soy una persona leal. A partir de ahí, el congreso regional vendrá tras uno nacional en el que van a cambiar las reglas del juego. Por reponsabilidad, tengo que pelear en mi partido por que cambien las reglas del juego. Y hay una obligación de ir unidos a las elecciones y de alzar la voz por la gente que quiere participar. Esa es mi principal meta. Yo no miro hacia arriba, sino hacia adelante y adelante son unos congresos y un proceso en el que la gente pueda participar.

¿ Pero se presentará?

Estoy en otras cosas.

Mójese. ¿Moragues o el ministro Margallo como cabezas de cartel a las generales?

Son dos personas a las que aprecio, dos granes políticos y renunciar a alguno sería un error.

¿Le apetece irse a Madrid de diputada?

Estoy a disposición de mi partido. Sé que es una frase típica, pero en mi caso, es una realidad. Todo el mundo sabe que dejé la alcaldía de Torrent con dolor. Pasaba de vivir entre algodones a estar en la conselleria con más problemas. Ahora bien, si me dieran a elegir, proferiría trabajar por la Comunitat desde la Comunitat.

¿Aguantará el PP un nuevo revés electoral?

Sí, el PP lo aguanta todo. No hay que volverse locos con las encuestas. Hay que trabajar, esperar y persistir. Este lema de Nicolau Primitiu es el de esta fase de mi vida política y personal. Para quien quiera saber dónde estoy en este momento, estoy trabajando, persistiendo y esperando.

¿Qué balance hace de la gestión del Consell?

Mucho postureo. Están ocupados en resolver su estructura orgánica por tres partidos que se miran de forma desconfiada y sin criterio claro sobre proyectos importantes de la Comunitat. Esto se está convirtiendo en un sainete. Es un gobierno que lo tiene muy difícil, con los mismos recursos que nosotros, pero sin proyecto ni liderazgo.

¿Teme un revanchismo?

Lo que temo es un gobierno que sólo se dedique a hacer política de gestos. Que nos perdamos en gestos, símbolos y banderas y que no hagamos lo que tenemos que hacer: medidas para progresar.

¿Cree que su partido se equivocó con las víctimas del metro?

Desde el conocimiento personal, como ciudadana de Torrent, es un tema que me afecta. Siempre he mantenido una actitud respetuosa. He visto las dos partes, las de las víctimas y la de la Generalitat. Creo que algo falló, pero no faltó voluntad por parte del Consell. Deseo que estas personas puedan seguir hacia adelante.

¿La política educativa del Consell es una enmienda a la totalidad a su gestión?

Mi sensación es que el conseller sabe que él no era la primera opción, y tiene necesidad de complacer a los suyos para reafirmarse. Y eso le lleva a adoptar medidas irresponsables y precipitadas que no están consensuadas con la comunidad educativa.

¿Qué decisión de Marzà le ha sorprendido más?

Me sorprende que lo primero que haga un gobierno es poner a niños de dos años en instalaciones que no están preparadas para ellos, ni con los profesionales adecuados. Se dará la paradoja y la tremenda irresponsabilidad de que la administración no cumplirá la legislación que exige a las aulas.

¿Qué consejo le daría?

Que se ponga el chubasquero, asuma las críticas y que gobierne para todos. Solo así se irá tranquilo de ese despacho. Me siento tranquila porque, pese a que sufrí mucho, hice lo que creía que tenía que hacer. Espero ser madre dentro de no demasiado tiempo y me gustaría poder elegir la educación para mi hijo y que no tenga una educación de pensamiento único.

¿Cree que las declaraciones de Marzà sobre el Països Catalans le invalidan como conseller ?

No le invalida la declaración, sino su falta de valentía para reafirmarse en ella o para desmentirla. Lo que opine me da igual, el problema es que no dé la cara.

¿Se siente cómoda con el discurso anticatalanista y antinacionalista de su partido?

Me siento cómoda porque pertenezco a una generación que tiene muy clara su Comunitat y su lengua. La política es mucho más que todo esto. Desde la defensa de las señas de identidad, de lo que hay que hablar es de exigir al Consell que hable de empleo, de infraestructuras, de agua y que ejerza su liderazgo. Este es un presidente débil, que para salir en los medios tiene que meterse en los charcos de otros. Me preocupa que estemos todo el día con los gestos y los símbolos y no a la faena.

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