El pacto entre Compromís y Podemos para las generales del 20D progresa adecuadamente. En las formas que gastan los negociadores —la hostilidad entre las partes parece que ha vuelto al estado de hibernación— y en el contenido. El Bloc, socio mayoritario de Compromís y cuyas bases rechazaron ese acuerdo en referéndum, no pone ya objeciones a la falta de garantías jurídicas en la constitución de un grupo valenciano propio en el Congreso. Podemos no puede asegurar ese extremo, que depende de la Mesa, aunque aporta informes en sentido favorable, lo mismo que en el pacto de Galicia.

Pero los valencianistas exigen que en el acuerdo se concrete, además del reparto de puestos y posibles nombres de la marca (extremos ya recogidos en el documento presentado en la última ejecutiva de Compromís), un programa de mínimos que recoja las reivindicaciones básicas de Compromís al nuevo Gobierno que surja de las elecciones. Empezando por la exigencia de una financiación que acabe con la discriminación histórica de los valencianos.

Desde la dirección del Bloc califican el documento pactado con Iniciativa de mero «protocolo electoral». Los mensajes clave de la campaña o el reconocimiento por escrito del Estado plurinacional son algunos contenidos que el Bloc quiere ver por escrito. Además de cuestiones de intendencia como el reparto de los gastos de la campaña electoral. La formación que lidera Enric Morera convocó ayer a su Consell Nacional para este sábado con el fin de trasladar el estado de la negociación de la gran plataforma electoral que quieren conformar por mandato del máximo órgano entre congresos.

Si hay que bendecir un acuerdo con Podemos, Esquerra Unida y otras fuerzas, incluso locales, los nacionalistas se plantean decidir en una consulta que se celebraría por internet. La hipotética coalición deberá ser aprobada por la ejecutiva de Compromís y ratificada por su Consell General, casi con toda seguridad por votación telemática porque no hay tiempo para que sea presencial. De hecho, los estatutos marcan un plazo de diez días para convocar a ese órgano. No hay tiempo porque la coalición debería registrarse antes del 6 de noviembre.

Compromís acepta que EU sea socia y cobre la subvención

La plataforma electoral que quiere Compromís tiene más de dos socios. A la coalición valencianista y a Podemos se unirían también Esquerra Unida —que impulsa Unitat popular, antes Ara en comú—, no se descarta a Esquerra Republicana del País Valencià (ERPV) o personas a título individual. EU ha trasladado su voluntad de entrar en el acuerdo. Entre sus condiciones está la de ser un socio firmante de la coalición ante la Junta Electoral, condición indispensable para poder recibir las subvenciones. Esquerra Unida situaría a su actual diputado y ya elegido candidato, Ricardo Sixto, en puesto de salida para seguir en el Congreso.