Primero se repartieron los puestos en las listas, en virtud del documento presentado por los negociadores de Compromís y Podemos a la tensa ejecutiva del pasado 20 de octubre. Luego la dirección del Bloc tuvo que incluir a Esquerra Unida en un proyecto de gran coalición para hacer más digestivo para sus bases la opción „apadrinada e impulsada por la Iniciativa de Mònica Oltra„ de tragarse el pacto con Podemos. Pero cuando llegó, muy tarde, la primera negociación concreta con el partido de Marga Sanz, anteayer martes, ya nadie estaba dispuesto a ceder los puestos reservados en las candidaturas. Entre otras razones porque ni Podemos, ni Iniciativa quiere a EU.

El Bloc era el único interesado en incorporar al partido de Marga Sanz para legitimar una consulta a sus militantes en la que se aprobó con un 75,6% concurrir en una gran plataforma que incluyese a Esquerra Unida. Y el Bloc no logró el martes convencer a sus socios (Iniciativa y Podemos) para que cedieran un puesto por Valencia, que es donde EU pretende que repita Ricardo Sixto. Ayer, ya en los minutos de descuento para el pacto, no se alcanzó el milagro. Y hoy, a 24 horas de que se cierre el plazo para registrar coaliciones, solamente eso, un milagro, salvaría la gran coalición y permitiría a la ejecutiva nacionalista salvar la cara ante sus bases.

Anoche, al cierre de esta edición, seguía reunida la ejecutiva de Compromís (antes lo hizo la del Bloc) y, según pudo saber este diario, se preparaba una oferta de ultimísima hora a la desesperada para intentar hoy, «in extremis», atraer a EU. El Bloc, sumido en una acentuada tensión interna, necesita legitimar su consulta. Dirigentes de este partido admitieron que coalición a tres, quedaban en evidencia y de nuevo Mònica Oltra imponía su criterio. EU reclamaba el número 3 por Valencia que garantiza la continuidad de Ricardo Sixto como diputado e Iniciativa, que tenía asignado ese puesto, se negaba a cederlo. Compromís estaba dispuesto a ceder el cuatro por Valencia, que corresponde a Podemos y EU podría aceptar con concesiones añadidas como el acceso a las subvenciones electorales, para lo que se precisa registrar la coalición. Si Iniciativa cediera el tres por Valencia, a lo que no estaba dispuesta anoche, se quedaría con un diputado en el futuro grupo, el número dos, donde irá Ignasi Candela, de Crevillent. En ese grupo, la mayoría podría corresponder a Podemos.

«Ni nos dan ningún puesto de salida, ni derecho a registrar la candidatura. Y tampoco ningún documento programático que poder estudiar y presentar a nuestra gente», explicaron fuentes de EU. El partido que lidera Sanz arremetió por la mañana contra sus aspirantes a socios, Compromís y Podemos, a los que acusó de «sectarismo e intransigencia». Tras «lamentar profundamente que no haya sido posible el acuerdo unitario de la izquierda valenciana» acusaron a los otros dos partidos de haber lllamado a EU «como convidado de piedra y para cubrir el expediente con una oferta humillante». El exportavoz y excandidato de EU Ignacio Blanco, hoy en la reserva, ponía voz extraoficial a la posición de su partido al señalar que si sus votos se suman a los de Compromís-Podemos puede aportar un diputado más por cada circunscripción. «Quizás han perdido tres escaños por no dar uno», sentenciaba Blanco.

Las asambleas de EU votaron ayer concurrir dentro de la marca paraguas Ahora en común-Unidad Popular, que lidera Alberto Garzón. Hoy, se celebrarán las asambleas de Unitat Popular para confirmar esa estrategia con el fin de acudir mañana a registrar la plataforma.