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El Consell se resiste a asumir servicios y la diputación calma a los trabajadores

Educación es reacia a integrar ya centros como el instituto de sordos y los museos, ante la falta de recursos - El diputado de Cultura confirma los planes al personal del Muvim y le garantiza que podrán elegir destino

El Consell se resiste a asumir servicios y la diputación calma a los trabajadores

La Generalitat ha hecho bueno aquello de que una cosa es predicar y otra dar trigo. Los planes de la Diputación de Valencia, desvelados en exclusiva por Levante-EMV, de transferir parte de sus servicios al Consell para destinar todos sus recursos y energías al apoyo a los municipios, están tropezando con un obstáculo inesperado: las resistencias de la propia Administración autonómica a asumir esos servicios, ante la patente escasez de recursos económicos. Es la situación con que se han encontrado responsables de la corporación provincial en las conversaciones, muy incipientes, que han tenido ya con sus homólogos del Consell y, concretamente, de la Conselleria de Educación, con la que se han mantenido contactos sobre el Instituto Valenciano de Audiofonología (IVAF) y el colegio Lluís Fortich en el que se ubica.

Tal como publicó este periódico en su edición de ayer, el presidente de la institución, Jorge Rodríguez, está decidido a transferir todos aquellos servicios impropios, esto es, de competencias que corresponden realmente a la Generalitat. De entrada, se piensa en la cesión del IVAF, así como del Museo Valenciano de la Ilustración (Muvim) y los de Prehistoria y Etnología, además del Hospital Psiquiátrico de Bétera. También se entregarían al Consell las escuelas de capataces de Catarroja y Requena, la red de educación permanente de adultos y un centro ocupaciones para discapacitados en la Misericòrdia.

En el caso del IVAF, se trata en realidad de un colegio de infantil, primaria y secundaria que integra a alumnos con problemas auditivos. Lo lógico es que estuviera dentro de la red de Educación. Sin embargo, en las conversaciones con la conselleria, la diputación se ha encontrado con que en este departamento no hay interés alguno en asumir el servicio. Algo similar han detectado los responsables provinciales respecto a los museos y otras infraestructuras culturales citadas: El discurso teórico es la supresión de las diputaciones y, entre tanto, su reducción a la mínima expresión; en la práctica, sin embargo, el Consell a duras penas cuentas con estructura para gestionar sus propios servicios.

La información publicada ayer por este periódico provocó un auténtico terremoto en los centros afectados, como el Muvim o el Instituto de Audiofonología. En el museo había mucha preocupación entre el personal e incluso alguna empleada „funcionarios interinos„ acudió al centro de trabajo entre lágrimas. En previsión, el diputado de Cultura, Xavier Rius, desconvocó las reuniones que tenía en agenda y llamó al director del Muvim, Rafael Company, para que citara a todos los trabajadores a una asamblea, con el fin de explicarles personalmente cuál es la situación.

En el salón de actos se congregaron los más de 30 trabajadores. Allí Rius les confirmó los planes de cesión de servicios, en coherencia con los programas electorales de los partidos del equipo de gobierno y en tanto las diputaciones no pueden ser suprimidas con la actual Constitución. Indicó que, con ese fin, se ha encargado a un equipo de técnicos que elabore un informe sobre todo lo que es susceptible de transferencia a la Generalitat. No obstante, dejó bien claro que este proceso es a largo plazo. Desde luego en 2016 no será posible cesión alguna. Y los tranquilizó sobre su futuro: En caso de cesión se dará libertad a los trabajadores para irse a la Generalitat o para quedarse como empleados de la diputación, donde serían reubicados en un proceso consensuado.

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