Antes de subir a la notaría Badia-Orts en Valencia los firmantes del protocolo de pacto electoral entre Compromís y Podemos tuvieron que esperar un último trámite que obligó al líder del Bloc, Enric Morera, a contener la respiración. El Consell Nacional valencianista tenía que avalar, como es preceptivo, un acuerdo bilateral que había sido rechazado por el 74% de los afiliados que votaron en la consulta del 19 de septiembre. Ayer salió el sí por 76 votos a 66. Y Morera subió a estampar su firma junto a la de Miquel Real (Iniciativa), Julià Àlvaro (VerdsEquo), Àngela Ballester (Podemos) y Alfons Puncel, como secretario de Compromís.

Esta escritura de constitución de Compromís-Podemos-És el moment (antes de registrarse ayer ante la Junta Electoral Central) fue firmada por 4 socios (tres por Compromís y uno por Podemos). Y el Bloc tendrá un sólo representante en la Comisión de Coordinación, el órgano de dirección política del pacto. El que ha de decidir la «estrategia política, acción institucional y política de alianzas», además de la administración del dinero y la «aprobación de presupuestos y cuentas de la coalición». Podemos tendrá 3 representantes e Iniciativa y VerdsEquo, sendos miembros.

La pérdida de control del Bloc al entrar en la operación Podemos fue el último capítulo en un parto que ha fracturado a la organización, ha evidenciado la debilidad de su ejecutiva y ha sembrado descontento entre quienes consideran que se ha pervertido la voluntad de las bases y que la cúpula del partido se ha plegado a los deseos de Podemos y de la Iniciativa de Mònica Oltra.

La ejecutiva salvó los muebles por la mínima después de intentar en balde que entrara EU en el pacto para hacer más digerible el acuerdo para sus bases. Al quedar fuera el partido de Marga Sanz, afines a Morera, al Bloc d´Esquerres i Sobiranista (BES), al Bloc Jove y sectores próximos al portavoz en las Corts, Fran Ferri, o al conseller Vicent Marzà, no precisamente partidarios de Morera, tuvieron que sumar fuerzas para sacar la votación y que el culebrón del pacto no acabara en tragedia.

Tras la crisis abierta en el seno del partido, empiezan a levantarse voces que reclaman el adelanto del congreso del Bloc, previsto para el primer semestre de 2016. Con todo, los resultados electorales condicionarán en buena medida el rumbo de los acontecimientos.