La Generalitat ha activado el protocolo para hacer frente a la alerta emitida por La Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aecosan) en relación a pinturas de dedos para niños que superan los niveles máximos permitidos de arsénico, cadmio y plomo. La alerta ha trascendido tras la decisión de Asturias de suspender cautelarmente del uso de toda clase de pinturas de mano en los colegios del Principado.

La Conselleria de Economía envió ayer una circular a los comercios y a la Inspección de Consumo para comprobar que en la C. Valenciana no están en venta las 8 pinturas de mano para escolares que se ha prohibido comercializar en los últimos cuatro meses desde la red de alerta nacional Aecosan y el sistema Rapex de respuesta rápida europea para productos no comestibles.

Paralelamente, la Dirección General de Comercio y Consumo de la Generalitat envió ayer a la Conselleria de Educación un informe sobre los colores en los que se ha detectado que la presencia de metales pesados supone un riesgo para la salud de los menores.

El objetivo, apuntan, es que Educación «informe a los centros escolares sobre cuáles son los productos que se han prohibido por su toxicidad», dado que estas pinturas son de uso común en Educación Infantil y primer ciclo de Primaria.

No obstante, fuentes del departamento del conseller Vicent Marzà declinaron en la tarde de ayer pronunciarse sobre una eventual suspensión cautelar del uso de pinturas de dedos en los colegios valencianos hasta que la Dirección General de Centros Docentes evalúe la información de Consumo.

Llamada a la «tranquilidad»

En este sentido, desde Consumo se hace una llamada a la «tranquilidad» de padres y maestros. Afirman que son «pocos productos y sólo las pinturas de algunos colores y lotes contienen niveles elevados de metales pesados, que superan en muy poco lo permitido». En todo caso, matizan, «sólo serían peligrosos en caso de ingesta».

Añaden que las marcas o comercializadoras afectadas ya han retirado los productos del mercado, con lo que resulta «poco probable» que aún continuen a la venta.

Las alertas europeas advierten de que «la exposición al plomo puede causar daños neurológicos graves e irreversibles que pueden afectar a la conducta, algo a los que los niños son particularmente sensibles». Del cadmio y el arsénico indicen en que son «cancerígenos».