La comisión de expertos universitarios cifra en unos 800 los trabajadores necesarios para la futura RTVV, que arrancaría con un presupuesto anual de 142 millones. El gasto de personal no superaría el 35 % del presupuesto, unos 50 millones. La cifra de empleados sería la mitad de los 1.607 de la última etapa previa al cierre, que costaban más de 70 millones.

El documento presentado ayer en las Corts, que suscriben profesores de comunicación, periodismo y sociología, señala que la dimensión de la futura plantilla es uno de los aspectos más «polémicos y conflictivos» a la hora de definir la futura radiotelevisión valenciana. El estudio Bases per a la renovació de l'espai comunicatiu valencià y la restitució del servei públic de Radiotelevisió señala que el coste sería el más reducido de las televisiones autonómicas con lengua propia.

Proceso de contratación

Los expertos reclaman que el proceso de contratación de la futura plantilla de RTVV respete escrupulosamente los principios de igualdad, mérito y capacidad y que esté abierto tanto a extrabajadores como a otros profesionales de la comunicación y del resto de áreas que se requieran.

La nueva corporación dispondría inicialmente de dos canales de TDT y después se incorporaría un canal informativo en formato 24 horas y una plataforma Multimedia con contenidos en internet.

Los expertos proponen la creación de la Corporació Valenciana de Mitjans de Comunicació (CVMC), que además de radio y televisión incluiría todos los servicios multimedia.

Para que el nuevo ente pueda ofrecer un servicio de calidad e independiente de la injerencia política, los autores consideran imprescindible la existencia de órganos de control. Serían el futuro Consell Valencià de Comunicació, la comisión de control de las Corts Valencianes y otras entidades con funciones definidas.

Defensor de la audiencia

Según la propuesta se crearía un comité de redacción de informativos, un defensor de la Audiencia y un comité de empresa que velarían por evitar intromisiones políticas, con un director general con mandato de seis años que propondría el Consell Valencià de Comunicació al Parlamento. El consejo de administración tendría nueve miembros y su configuración tendería a la paridad.

El modelo de gestión de la nueva corporación debería basarse en un contrato-programa que determine el presupuesto, condiciones del servicio y gasto máximo.