Sesenta mujeres que tuvieron que abandonar sus domicilios con sus hijos para mantenerse con vida tras sufrir años de reiterados episodios de violencia física, psicológica y emocional por parte de sus parejas permanecen en la actualidad ingresadas en alguno de los tres centros de atención integral para víctimas de violencia machista que la Generalitat tiene en cada una de las provincias del territorio autonómico, según informó ayer a Levante-EMV la directora del Institut Valencià de les Dones, Anaïs Menguzzato.

Como las 90 plazas disponibles que existen en los tres edificios se quedan cortas al tener que acoger también a los hijos de las víctimas, algunas, sobre todo las que se encuentran en un riesgo moderado de violencia son derivadas junto a sus niños a centros para mujeres en exclusión.

«Por suerte —agregó la responsable—, muchas víctimas son acogidas en su propia red familiar o de amigos cuando ya no pueden aguantar más en su casa porque entran en riesgo alto de violencia». Menguzzato apunta que cuando la situación es grave hay que sacar de casa a la mujer y a sus hijos y protegerlos para que el agresor no sepa donde localizarles.

La directora asegura que la mayoría de casos «son graves», por eso —resalta— «es tan importante trabajar con ellas e intervenir también con los menores, aunque los medios para atenderlos son escasos».

Anaïs Menguzzato recuerda que la Ley de Violencia de Género dice que los hijos de las víctimas de la violencia machista también son víctimas y tienen que recibir una atención psicológica.

«Un niño de seis u ocho años que ha vivido esa situación de violencia hay que atenderlo para romper la cadena, porque si no trabajamos con ellos es probable que de mayores repitan el mismo patrón que han visto en su familia, porque vienen de hogares donde la violencia es el estado normal, por eso hay que intervenir para romper esa cadena», agrega.

La responsable del área de la mujer también sabe que los medios para atender a las víctimas todavía son escasos. De hecho, tras ser atendidas en uno de los cuatro centros Mujer 24 horas que hay en la C. Valenciana, algunas mujeres tienen que esperar varias semanas hasta tener una cita con la psicóloga, la trabajadora social o la abogada. «Tenemos que aumentar el número de profesionales, como también hay que incrementar el número de plazas en los centros que son insuficientes», expresó la directora.

Resultados que asustan

La responsable indicó que la última encuesta del CIS ha dado a conocer que una de cada tres menores de 18 años considera «aceptable» que su noviete o pareja la controle, ya sea a través de los dispositivos electrónicos o indicándole cómo se tiene que vestir. «Ese dato me ha movido mucho por dentro, por la involución que supone», agrega Menguzzato que indica que seis de cada diez adolecentes han sufrido violencia a través del teléfono móvil o en las redes sociales.

Por este motivo, el Institut y Educación pondrán en marcha a partir de hoy la campaña «No me toques el whatsapp» que está destinada a adolescente y que contempla celebrar talleres de prevención en 636 institutos de los 705 centros a los que se les ha remitido la información.

En total, asistirán 21.000 jóvenes a los que se les ayudará a identificar que el control, el abuso, los celos y querer tener localizada a la persona también son violencia.