El puente de la Constitución está siendo para los establecimientos turísticos de la Comunitat Valenciana la confirmación de una recuperación que el sector esperaba como agua de mayo tras varios años viendo como los valencianos optaban por recortar o directamente renunciar a sus vacaciones, forzados por la grave situación económica que ha afectado a miles de familias en toda la Comunitat.

La tendencia ascendente se viene notando desde hace un par de años pero, según todos los indicadores, se ha acentuado durante 2015. No en vano, este fin de semana largo que junta las festividades de la Constitución y la Inmaculada, los hoteles se encuentran al 80 % de su capacidad, es decir, alrededor de un 5 % más respecto al mismo puente del año pasado, según los datos ofrecidos por Luis Martí, director general de la Unión Hotelera de Valencia.

A este incremento en la ocupación se suma también una mejora la rentabilidad, que se estima entorno al 4 % si se compara con 2014. Aunque el de la ocupación es un dato que agrada al sector, más satisfacción da que aumente el gasto por habitación, en tanto que, como señalaba Martí, «eso es lo que permite mantener los empleos».

Bajan las temperaturas máximas

Los motivos de esta mejora hay que buscarlos en dos aspectos. Por una parte, el buen tiempo. Aunque para hoy se anuncia un ligero descenso de las máximas y lluvia muy escasa en el litoral, la climatología es propicia para darse un paseo por las fachadas marítimas, sentarse a tomar un aperitivo en una terraza o realizar rutas o visitas a monumentos.

Por otra parte, según destaca Martí, se encuentra la recuperación económica. «Parece que empieza a haber más trabajo y la gente se arriesga y sale más que hace unos años», apuntaba el máximo representante de la Unión Hotelera

Respecto al tipo de turista que elige la costa valenciana estos días, apunta que es, mayoritariamente, cliente nacional. Una tendencia que se repite en los últimos años es que las reservas llegan a «ultimísima hora». «La gente se planifica las vacaciones y espera a los últimos días para encontrar ofertas de los establecimientos», explicaba Martí. Sin embargo, matizaba, no es práctica habitual la política de bajar los precios en el último momento. «Puede haber algún establecimiento que si ve que no llena y cree que el motivo es el precio lo haga pero por lo general no cambia mucho el precio», sentenciaba.