El filósofo y pedagogo José Antonio Marina, autor del borrador del libro blanco de la función docente, defendió ayer que las reacciones que ha suscitado su trabajo han sido «muy precipitadas» y, en algunos casos, «producidas por el miedo».

Así, Marina no cree «sensato» que los sindicatos hayan criticado su propuesta de evaluar al profesorado «sin haberse leído el libro», y defendió que es algo «que se hace en todo el mundo». «La respuesta que dan es que todos los profesores son buenos porque tienen una oposición y eso es una salida de pata de banco», añadió Marina.

El filósofo y pedagogo afirmó también que la respuesta del profesorado «ha sido la del miedo», y matizó que lo que dice en su publicación es que «tal y como está la escuela y el mundo hoy» la profesión docente «es de élite».

En cuanto a la reacción política, Marina sostuvo que se han equivocado «al pensar que para mejorar la escuela bastaba con tener el boletín oficial del estado en la mano». En este sentido, Marina explicó que la escuela «hay que cambiarla desde el aula» y que quienes están dentro «son los docentes y las familias».

El pedagogo concluyó tras argumentar que quien debe hacer «el milagro transformador» son los docentes, y que por ello se deben «formar mejor».

Marina realizó estas declaraciones tras dictar la conferencia inaugural del octavo encuentro estatal de aprendizaje-servicio en la facultad de Filosofía de la Universidad de Valencia. Este método educativo busca consolidar conocimientos y actividades a través de la realización de servicios a la comunidad.

En el congreso se entregaron además los primeros premios Aprendizaje-Servicio (ApS). Entre las propuestas presentadas por 146 centros educativos de toda España, dos proyectos de la Comunitat Valenciana han conseguido galardón: los del colegio salesiano San Antonio Abad y el de la asociación Arca de Noé de Valencia.