La Flor de Pascua es desde hace décadas un símbolo de la Navidad. Sus tonos rojos y verdes engalanan cada año calles y avenidas y se convierten en el centro de mesa ideal para dar vida a salones y terrazas cuando la mayoría de flores se han marchitado. Sin embargo, pasadas estas fechas sus dueños se enfrentan al reto (para algunos imposible) de lograr que sobrevivan hasta el año siguiente.

Y es que la Flor de Pascua, también conocida como Poinsettia, y cuyo nombre original -Euphorbia Pulchremia- significa «la más pulcra y la más bella», es una planta que requiere de cuidados muy especiales. «El primer error llega con el riego», explica Lara Magraner, gerente de Vivercid. Al contrario de lo que muchos puedan pensar, nunca debe depositarse el agua sobre la arena de la maceta, sino, al contrario, colocarla en el plato que soporta al macetero. «Lo que bajo ningún caso puede hacerse es dejar que caiga agua directamente sobre las hojas, porque eso es letal para ellas», añade.

En cuanto a las condiciones climáticas para su supervivencia, no es una planta que aguante bien los contrastes fuertes de temperatura ni el frío. Lo ideal, según los expertos en el cuidado de plantas, es que durante el día se encuentre entre los 20 y 24 grados y por la noche no baje de los 10-12 grados. Y una precaución más: hay que evitar a toda costa ubicarlas cerca de corrientes de aire.

Pero lo que pocos saben es que esta planta es en realidad un árbol. En Navidad apenas tiene unos cinco o seis meses de vida porque se planta en verano, de ahí lo reducido de su tamaño. Por eso, si no se trasladan a un macetero más grande en el que sus raíces puedan expandirse sucede lo inevitable: termina muriendo.

«La Poinsettia puede durar años en una casa, pero la gente no suele trasplantarla pasadas las navidades y cuando pierde la flor roja creen que ha muerto», relata Magraner. Y nada más lejos de la realidad. En realidad las hojas de este árbol son verdes durante todo el año y ese tono rojo tan característico sólo lo poseen en los meses de frío.

«Si la cambiamos de recipiente veremos cómo es una planta normal de hojas de verdes pero a partir de noviembre recuperará el rojo». Si la plata requiere tantos cuidados en casa, no necesita menos atención durante su cultivo. «Hay que acertar muchísimo en la fecha de plantación para que pueda tener la altura y el color adecuado en Navidad», relata la gerente de Vivercid, en Albalat de la Ribera. Y es que en apenas 20 días los viveros que cultivan este tipo de planta tienen que dar salida a toda la producción. «Hay mucho riesgo concentrado si algo sale mal pero esta es una planta barata, cuesta de cuatro a seis euros, y su salida por suerte es sencilla», añade Magraner.

Nuevas tendencias

Ni siquiera una flor tan tradicional como esta ha logrado permanecer ajena a las alteraciones artificiales para adaptarse a las nuevas modas. Rosas, fucsias, amarillos o el color melocotón se abren paso en los puestos de venta de flores este año y vienen pisando fuerte aunque, como reconoce la gerente de Vivercid, de momento, la mayoría de compradores se mantiene fiel al tradicional rojo navideño.