El tráfico vuelve a circular por la carretera de Cortes de Pallás, ocho meses después del derrumbe de la montaña sobre la CV-428. El presidente de la Diputación de Valencia, Jorge Rodríguez, ha sido el encargado de inaugurar el tramo en un acto en el que también han asistido el alcalde de Cortes de Pallás, Fernando Navarro, y el delegado de Iberdrola de la Comunitat Valenciana, Julián Bolinches.

Tras el corte de cinta, el ingeniero del área de Carreteras, Javier Piedra, ha ofrecido una explicación técnica de la obra ejecutada. También tomaron la palabra el alcalde y el presidente, para después desplazarse al centro social de la localidad, en cuyas instalaciones el diputado Pablo Seguí ha presentado el vídeo informativo de la obra con posteriores intervenciones del presidente Jorge Rodríguez y al alcalde, Fernando Navarro.

La CV-428 ha vuelto a la normalidad a partir de las 12.00 horas, después de un plan de reestructuración que junto a las obras de reparación y reposición que también ha ejecutado Iberdrola, asciende a un coste total cercano a los 10 millones de euros.

Al respecto, el presidente de la Diputación, Jorge Rodríguez, señaló que "el objetivo de este proyecto es reparar la carretera para ofrecer a los vecinos la calidad de comunicaciones que han perdido desde el accidente ocurrido en abril tras las lluvias". En este sentido, desde la institución han destacado que la colaboración de la administración pública con la empresa privada ha funcionado "con éxito en beneficio de los ciudadanos".

Aceleración del ritmo de las obras

Para evitar retrasos en la reapertura de la CV-428, la Diputación de Valencia imprimió en septiembre más agilidad a las tareas de estabilización de la ladera de Cortes de Pallás con el plan de obras, en el que se han dispuesto todos los medios posibles, incluyendo los aéreos para la colocación de mallas, redes de anillos y bulones con el fin de fijar los bloques potencialmente inestables de la ladera, así como la implantación de dos niveles de pantallas dinámicas para la retención de posibles desprendimientos, de manera que no puedan alcanzar la carretera en caso de producirse, garantizando así la seguridad de los usuarios de la misma, según el comunicado.

Para ejecutar esos trabajos se precisó de un helicóptero que trasladara el material al lugar exacto. "Su presencia en la actuación era necesaria puesto que se trata de una ladera muy abrupta y tan solo accesible mediante medios aéreos", según el jefe de Conservación y Explotación de la Diputación.

Asimismo, la Diputación de Valencia ha supervisado el proyecto y la reposición de las plataformas de la CV-428 y del camino de acceso a la aldea de Otonel.

Restauración de la ladera y transporte fluvial

Por su parte, Iberdrola, que ha colaborado con las administraciones públicas valencianas, elaboró un minucioso proyecto en el que se conjugaban la integración paisajística y la reutilización del material desprendido con una solución que facilitara el drenaje natural de la ladera, dándole así mayor estabilidad, sin olvidar en ningún momento la seguridad de los propios trabajadores, según ha informado la Diputación.

Además de sus trabajos para el desescombro y saneo de la ladera y la recuperación de los accesos por carretera, Iberdrola puso a disposición del municipio un transporte fluvial para atravesar el río Júcar, con servicio 24 horas, y rehabilitó e iluminó la antigua senda de La Pileta para conectar la carretera con el núcleo urbano.

Este servicio lo han utilizado más de 125.000 personas en unos 25.000 trayectos. También ha recuperado la antigua fuente de la Vagona y hacolaborado, por ejemplo, con las empresas de comunicaciones en el tendido de una nueva línea telefónica a través del embalse o dando apoyo a la Guardia Civil, atendiendo sus peticiones de refuerzo de vigilancia y control de accesos con sus propios vigilantes de seguridad.