La Asociación Valenciana de Consumidores y Usuarios pidió ayer a los fabricantes y distribuidores que informen debidamente a los compradores de drones de la restrictiva normativa a la que están sometidos estos juguetes voladores teledirigidos con mando a distancia y de las posibles multas que pueden acarrear a quienes infrinjan la ley.

Así lo reclamó ayer el presidente de la entidad, Fernando Móner, un día después de que Levante-EMV haya revelado que la agencia de seguridad aérea ha abierto 24 expedientes sancionadores en España contra usuarios de drones en el último año y medio. Las multas suman un importe de 185.500 euros. La sanción más baja que ha impuesto AESA es de 300 euros. Y la más alta, de 21.000 euros. Las principales causas de sanción es no ser un operador habilitado y el sobrevuelo de zonas no permitidas sin autorización, como son las zonas urbanas o sobre aglomeraciones de personas como parques, jardines, calles, playas, conciertos o bodas.

El presidente de los Consumidores y Usuarios valencianos ve con buenos ojos que haya una normativa rígida con el uso de drones „acotados a zonas despobladas o áreas de aeromodelismo„ «para que el espacio aéreo esté perfectamente controlado y porque es un riesgo para los viandantes que elementos de cierto peso, multiplicado por la fuerza de gravedad, puedan caer sobre ellos».

Campaña de información

Fernando Móner precisa que «más que las sanciones, creemos que una campaña de información es muy importante. Y que cuando una persona no lo use correctamente, las autoridades le informen y no se empiece con las sanciones directamente». Avacu pide a las tiendas „que en esta campaña navideña han encontrado en los drones uno de los productos estrella„ que «no se limiten sólo a venderlos, sino que den información precisa de la normativa más allá de las instrucciones que pueda llevar el producto. Que expliquen al comprador que el dron no es simplemente un juguete, sino que su uso tiene limitaciones legales y no se puede utilizar de cualquier forma porque hay sanciones importantes».

El uso de un dron para vuelos recreativos o por hobby no necesita habilitación de AESA, pero debe cumplir unas normas de seguridad. Son considerados aeronaves. Las sanciones a personas físicas pueden llegar a 225.000 euros.