La reapertura de RTVV ha sido, desde el mismo día de su cierre, una de las patatas calientes del Consell. El tema se coló en campaña electoral en los pasados comicios autonómicos, los candidatos se unieron a las demandas y protestas de los trabajadores y todos prometieron la vuelta de las emisiones a la mayor brevedad. Los partidos del pacto del Botànic tenían el «qué» muy claro: tener una radio y televisión propias. Las negociaciones tratan en estos momentos de esclarecer el «cómo». ¿Qué proponía entonces cada candidato?

El ahora presidente de la Generalitat Ximo Puig, explicaba en campaña su idea de contar una plantilla que no superara la mitad de los trabajadores anteriores al cierre, esto sería unos 700. «No va a ser una televisión pública con 1.800 trabajadores, será bastante menos de la mitad de la plantilla», explicaba días antes de las elecciones Puig.

La misma noche del cierre de la televisión el actual presidente de las Corts y líder del Bloc Enric Morera, megáfono en mano, prometió que RTVV volvería. Siempre ha sido uno de los máximos defensores de los extrabajadores del ente y uno de los partidarios de la readmisión de todos los empleados de la radio y televisión públicas.

Sin embargo, Antonio Montiel, de Podemos, dejó abierta otra posibilidad en campaña. «Es técnicamente posible y socialmente necesario disponer de una radiotelevisión pública valenciana de calidad. Ese nuevo modelo debe aprovechar la experiencia y el valor acumulado de los trabajadores de RTVV pero también hay que abrir mecanismos para los nuevos licenciados», indicó en su día Montiel.

En el otro extremo del tablero se encuentra Carolina Punset, portavoz de Ciudadanos en las Corts, que no valora cuántos trabajadores tiene que tener la nueva televisión. La diputada manifestó abiertamente, al igual que lo hizo Mònica Oltra, la ahora vicepresidenta del Gobierno valenciano, que «reabrir RTVV no es la prioridad esencial de la ciudadanía».