La Guardia Civil volvió ayer por segunda vez en apenas cuatro meses al Ayuntamiento de Valencia, donde los agentes de la UCO registraron durante seis horas los despachos del PP cuya asesora y secretaria del partido, Mª Carmen García-Fuster, persona de confianza de la ex alcaldesa, Rita Barberá acabó detenida. En la misma operación fue también detenida la ex concejala de Cultura, María José Alcón, su antiguo asesor en el ayuntamiento, Pedro Aracil, y fueron imputados el portavoz del PP y presidente local del partido, Alfonso Novo, el asesor del PP Luis Salom, así como la administrativa del grupo María José Pi.

Alcón fue la primera de los detenidos en pasar a disposición judicial. Sobre las 22.20 horas llegaba a la Ciutat de la Justicia, en atención a su delicado estado de salud, según confirmaron fuentes judiciales. La exdirigente del PP llegó en un coche blanco sin distintivos policiales, acompañada por dos agentes de la Guardia Civil. Hora y media después era puesta en libertad bajo fianza de 150.000 euros con los cargos de prevaricación, malversación, cohecho, blanqueo y tráfico de influencias. El juez, además, acordó el embargo de bienes como medida cautelar.

El registro previo en dependencias municipales y las detenciones se produjo en el marco de la operación «Taula» que surge a raíz del escándalo Imelsa, donde resultó directamente implicada Alcón y que investiga una presunta trama de mordidas por adjudicación de obras y de financiación irregular del PP. Se da la circunstancia de que Alcón es la esposa del ex vicealcalde y hombre fuerte en el anterior gobierno de Barberá, Alfonso Grau, imputado a su vez por el caso Nóos.

Los agentes estuvieron revisando los ordenadores del grupo y los correos electrónicos y se llevaron varias cajas con libros y documentación fundamentalmente del despacho de la secretaria. Al registro se unió a mediodía uno de los fiscales anticorrupción.

La expectación era ayer máxima entre los trabajadores del ayuntamiento. La llegada de agentes de la Guardia Civil sorprendió a los concejales del PP que a primera hora de la mañana llegaban al grupo, entre ellos, el portavoz y presidente del PP local, Alfonso Novo, quien entró en el interior de las oficinas apresuradamente y respondiendo con un portazo a las preguntas de los numerosos medios de comunicación.

Novo compareció una vez concluido el registro para manifestar su sorpresa por su imputación y dijo desconocer los motivos por los que se le investiga, de los que se le informará hoy cuando acuda a declarar al juzgado de instrucción 18 de Valencia que coordina el caso junto con la Fiscalía Anticorrupción. La misma sorpresa manifestaban los populares por la imputación de Luis Salom, que no tiene cargo orgánico ni capacidad de firma en el partido.

Novo, que asumió las riendas del grupo tras la debacle del PP en las elecciones y la marcha de Rita Barberá al Senado, insistió ayer en que en ningún momento fueron «detenidos ni retenidos». Algunos pudieron entrar y salir al baño e incluso abandonar el edificio por una salida distinta a la que estaba custodiada por los reporteros. Según el gobierno tripartito, el registro no alteró el normal funcionamiento de la institución, si bien algunos órganos si se vieron afectados como la junta de portavoces que se celebraba antes del pleno del jueves y a la que no pudo asistir el portavoz popular por el registro. El equipo de gobierno trasladó su completa disposición a aportar toda la documentación que le sea requerida «para que la investigación llegue hasta las últimas consecuencias en el supuesto de que se confirme cualquier actividad delictiva».