Engloba Comunicación no es una empresa cualquiera del sector de la comunicación y la publicidad. Ni lleva cuatro días en el mercado. Los profesionales del sector reconocen la competencia de su departamento creativo y su capacidad como empresa puntera, al tiempo que subrayan su condición de empresa de cabecera de la Generalitat y administraciones gobernadas por el Partido Popular. La campaña electoral de Rita Barberá a la alcaldía de Valencia en 1995 llevaba la firma de Engloba. La llegada de Eduardo Zaplana a la Generalitat, con su apuesta por la política espectáculo y los grandes proyectos faraónicos abonó el terreno para la sociedad de Vedri. La edición de numerosas publicaciones encargadas por la Generalitat y campañas de marketing llovían desde el Consell a la empresa entonces situada en la calle Isabel la Católica. Consellerias y administraciones gobernadas por el PP como el Ayuntamiento de Valencia tenían cuentas publicitarias abiertas con Engloba.
En ese dominio del mercado público se enmarcan las quejas de Francisco Correa, el «Don Vito» de Gürtel, cuando lamentaba que en la Comunitat Valenciana y en el entorno del Partido Popular no había manera de meter la cabeza. «Engloba no es un chiringuito, Orange Market sí», comenta un profesional del sector en alusión a que la empresa de Álvaro Pérez «El Bigotes» organizaba actos siempre a base de subcontratas mientras que Vedri cuenta con toda la infraestructura como agencia, además de organizadora de eventos.
Con Francisco Camps el momento dulce de la relación con el Consell perdió intensidad. El gran amigo de Vedri siempre ha sido otro Camps. Gerardo. El hombre que tuvo la responsabilidad de gestionar los Grandes Proyectos, que van acompañados de contratos publicitarios igual de grandes.
