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En libertad

Rus se aísla en casa de su hija

El expresidente de la Diputación de Valencia evita a toda costa ser visto en Xàtiva, usa el coche de su yerno y no acude a ver el Olímpic-Mestalla

El yerno de Rus, ayer por la mañana, se dirige al edificio donde viven sus suegros. perales iborra

Entre dar una imagen de normalidad (ya que a fin de cuentas, se trata de «un montaje») o esconderse, Alfonso Rus optó por lo segundo. Desde su liberación la noche del jueves tras prestar declaración ante el juez Víctor Gómez, el expresidente de la Diputación de Valencia ha evitado a toda costa la exposición pública. De hecho, el viernes circulaba en Xàtiva la versión de que Rus y toda su familia se habían traslado de madrugada al chalé de su suegra en Bixquert (zona de segundas residencias de la capital de la Costera). Sin embargo, todo indica que donde en realidad estuvo Rus fue en casa de su hija: en un piso de un bloque situado prácticamente enfrente del suyo, separados uno del otro por el paseo de la Albereda.

La prueba irrebatible de que el exalcalde de Xàtiva estuvo en ese domicilio es que fue captado por las cámaras de La Sexta la tarde noche del viernes saliendo del aparcamiento del edificio de su hija y conduciendo el coche de su yerno, un Mercedes plateado. En las imágenes, por cierto, se comprueba cómo Rus „para evitar las cámaras„ circula por encima de la acera varios metros y se zafa de los medios con una maniobra no exenta de peligro, ya que en su camino se interponen algunos peatones. Probablemente, para llegar al piso de la hija Rus también accedería por el párking ya que el acceso es extraordinariamente céntrico como para hacerlo a pie sin ser visto. Y lo habría hecho en un automóvil que no es ninguno de los suyos, todos conocidos.

Tras salir del aparcamiento del piso de su hija ya no se le ha visto regresar al inmueble. O de hacerlo, no fue con el vehículo en el que se le vio salir anteanoche.

Ayer por la mañana, Levante-EMV trató de seguir los pasos habituales de Rus la mayoría de sábados, una jornada en la que suele desplazarse a ver (tanto en Xàtiva como si juega fuera) el partido al equipo de fútbol en el que juega su nieto mayor. En la cafetería del polígono donde suele ir a esmorzar no estuvo ni él ni ninguno de los compañeros habituales de mesa, entre ellos el exjefe de gabinete de Rus y también investigado por el caso Imelsa Emilio Llopis. Tampoco por el estanco de la calle Maulets donde hace parada obligatoria este día de la semana se le vio ayer. De igual modo, muchos sábados Rus se deja caer en torno a la una del mediodía o muy al final de la tarde por su tienda Russini en la calle Gregorio Molina. Ayer no sólo no hizo nada de eso: desde el estallido de su detención, el martes, ni su esposa (que acude todos los días a la tienda a última hora de la tarde) ni su hija con los dos nietos de Rus han aparecido por el local.

Sobre las once del mediodía, en cambio, el yerno de Rus fuecaptado por la cámara de este diario entrando por el portal de la finca de su suegro, en la explanada peatonal de la Albereda. Llevaba consigo una bolsa.

Rus no va al Olímpic-Mestalla

Ayer por la tarde, el Olímpic jugaba en casa contra el Mestalla. Rus no se pierde partido alguno en la Murta de su equipo, del que fue presidente hasta junio de 2015. Para Rus el fútbol es sagrado e incluso en los momentos de mayor crisis política, en mayo pasado, o tras dejar el cargo no ha faltado a su cita. Pero ayer no acudió.

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