El Gobierno inició hace unos meses la «reordenación» de sectores de mantenimiento de carreteras, provocado, en realidad, por la reducción paulatina de la maquinaria, recursos humanos y presupuesto para obras. En Valencia, el sector V-7 (Almansa-Requena), con base en la N-330 en la Portera (Requena), responsable de mantener operativo el acceso a la central Nuclear de Cofrentes, es suprimido e integrado en el V-4, que abarca desde el interior de Cuenca a Requena y ahora hasta Almansa.

Un informe de la Demarcación de Carreteras sostiene que el «menoscabo» de estos contratos «tendrá una repercusión negativa en el servicio ofrecido a los usuarios de la vía». Y añade que la reducción de presupuesto en diversas partidas, incluido el despido de 7 trabajadores, «garantizan la imposibilidad de mantener las carreteras en un estado aceptable de vialidad».

El informe se detiene en la atención que se debe prestar a una posible emergencia nuclear en Cofrentes y califica de «muy recomendable» el mantenimiento del servicio de vialidad que se presta desde la base de la Portera, en la que se ha invertido un millón de euros y que «previsiblemente se perderá».

El Ayuntamiento de Requena ha iniciado gestiones para evitar el cierre de la base mientras los trabajadores recaban apoyos.