La decisión de la Universitat Politècnica de València (UPV) de no impartir el curso próximo la asignatura de Citricultura ha causado indignación y desconcierto entre el alumnado y parte del profesorado del grado en Ingeniería Agroalimentaria y del Mundo Rural.

La modificación, realizada tras una votación en la que los estudiantes de la especialidad de Hortofruticultura y Jardinería han seleccionado las asignaturas que el curso que viene se impartirán, deja fuera de la oferta la única materia específica que se imparte en citricultura.

El catedrático de esta materia de la UPV, Manuel Agustí, mostró ayer su preocupación ante esta decisión que, aseguró, puede ser un drama para la economía valenciana. «Si la universidad no atiende a las necesidades que tiene nuestra economía, en qué la va a atenter». «Además, varios alumnos me han preguntado si esto es cierto. En Valencia, muchos han elegido estos estudios para especializarse en cítricos, como es lógico», añade.

Agustí, que responsabilizó al «sistema» de esta decisión, consideró que aunque el plan Bolonia es el causante de las deficiencias en los planes de estudios debido, entre otros motivos, a la fusión de titulaciones, la universidad debería tomar medidas urgentes ante esta situación.

Por su parte, fuentes de la UPV aseguraron que aunque la materia deje de impartirse en una asignatura dedicada exclusivamente a ella, otras troncales y obligatorias, como Fruticultura, contemplan contenidos de citricultura. Gabriel García, subdirector de Relaciones con Empresas de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica y del Medio Natural de la UPV, mostró su preocupación ante la posibilidad de que se malinterprete esta decisión, y declaró con firmeza que «la escuela no da la espalda a la citricultura». García mantuvo que la votación del alumnado no ha sido vinculante, y que «la reordenación de las asignaturas, fruto de un contexto de restricciones, no quiere decir que no se forme en el área, pues ya se recoge con creces en otras asignaturas».

Agustí discrepó de estos argumentos ya que, afirma, él es el docente encargado de impartir las asignaturas en las que, según la universidad, se enseñan estos conocimientos. «La citricultura debe ser una materia en sí misma. No es posible explicarla en Fruticultura con la importancia que merece, y más si tenemos en cuenta nuestro contexto. He impartido docencia en numerosos países y lo que es incomprensible es que nuestros alumnos de Valencia no puedan adquirir estos conocimientos y no salgan preparados de la universidad», concluyó.