Se acerca el periodo de matrícula para el próximo curso y aún no han presentado el nuevo modelo lingüístico que quieren para la educación valenciana. ¿Continuaremos por tanto con las dos líneas diferenciadas en valenciano y castellano y con el aprendizaje de lenguas por cuotas o porcentaje de clases que tanto han criticado?
Lo que pensamos es que cuando uno quiere llegar lejos, tiene que ir con calma. Para conseguir este cambio lo tenemos que hacer consensuándolo con el máximo posible de la comunidad educativa. Estamos trabajando en la elaboración de una propuesta en base a los criterios que nos determinen los académicos y especialistas. Cuando tengamos esta propuesta la debatiremos con el conjunto de la sociedad y la sacaremos adelante. Por tanto, no podrá aplicarse el próximo curso, pero sí a lo largo de esta legislatura. Lo que queremos es que se pueda aplicar con la mayor normalidad, sin esas polémicas exageradas que ya duran demasiados años y que no tienen ningún sentido. Tenemos dos lenguas y una de ellas propia como es el valenciano, que nos ayuda a aprender otros idiomas, y debemos aprovechar esa oportunidad. Y para hacerlo: criterios pedagógicos, el máximo consenso posible y a trabajar todos para que los niños sepan hablar las dos lenguas y un idioma extranjero bien dominado y no como lo que está pasando ahora.
Un consenso que se presume difícil ante el rechazo que aún genera la enseñanza en valenciano en buena parte de la sociedad...
Llevamos demasiados años ya en los que se ha jugado mucho con ese rechazo. Queremos integrar el aprendizaje de las tres lenguas de forma coordinada y comunicativa, pues esto es una oportunidad para el conocimiento de idiomas. Todos los estudios señalan que los territorios bilingües como el nuestro son una ventaja a la hora de aprender más lenguas y eso es algo que aspiramos a explicar a todo el mundo.
¿No teme que eso reavive el conflicto lingüístico latente?
No me preocupa porque pienso que en la realidad, cuando uno va a esos criterios académicos no hay demasiada discusión. Yo creo que la ciudadanía es mucho más madura que algunos políticos. Atravesamos una situación de suficiente madurez en la sociedad valenciana como para que afrontemos este debate con toda la tranquilidad y serenidad del mundo.
En el congreso «Edusiona't», que reunió en el Palau de les Arts en un sábado a unos 1.500 docentes para hablar de innovación, dijo que «atendido lo urgente, llega la hora de acometer lo importante». ¿Qué es para usted lo importante?
Para mí lo importante es volver a ilusionar al profesorado y al conjunto de la comunidad educativa en la educación. El principal motor generador de justicia, igualdad y felicidad es la educación. Y lo que tenemos que hacer es trabajar en qué pasa dentro de las aulas, cómo estamos enseñando, qué criterios pedagógicos utilizamos, cuáles son las metodologías innovadoras que queremos sacar adelante... Hay que transformar los procesos de aprendizaje que hay en las aulas y adaptarlas realmente al siglo XXI.
