El Ministerio de Fomento ha adjudicado las obras de construcción del paso inferior que permitirá conectar la A-3 con la V-30 evitando el tráfico de vehículos pesados por el interior del casco urbano de Xirivella. Se trata de una obra largamente revindicada „el proyecto se redactó en 2007, aunque el diseño definitivo se deriva de una adenda de julio de 2015„ que en los últimos meses se había convertido también en un símbolo de los retrasos y del abandono inversor del Gobierno en relación a la Comunitat Valenciana.

El delegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Juan Carlos Moragues, anunció ayer la adjudicación por un presupuesto próximo a los 10,2 millones de euros del paso inferior que conectará la A-3 con la V-30.

En la nota de prensa en la que se da cuenta de la adjudicación, la propia Delegación del Gobierno insistía en atribuir a la obra su carácter de «reivindicación histórica de los vecinos de Xirivella» y asegura que la obra estaba parada «desde 2003».

La nota recuerda también la reivindicación que de esta obra en concreto y del resto de las actuaciones paralizadas por los recortes hecha por la Cámara de Contratistas de la Comunitat Valenciana. Según información suministrada por el Ministerio de Fomento, la obra incluye la construcción de un paso subterráneo de «dos kilómetros de longitud» que servirá para mejorar los accesos al municipio de Xirivella, evitando el paso del tráfico pesado por la rotonda que da entrada a la población.

En realidad, la obra utiliza un carril abandonado por el que se accedía a la antigua fábrica Feycu, derribada en 2003 yhoy un solar cuyo desarrollo para servicios está pendiente de la finalización de las obras de infraestructura que se ejecutan en la zona.

Poco antes de llegar al cauce nuevo del Turia, el nuevo vial girará en trinchera y finalmente en falso túnel bajo la actual V-30 en dirección al Puerto de Valencia con incorporación a esta vía a la altura del kilómetro 8.500.

Según fuentes del Ministerio de Fomento, el tramo objeto de actuación soporta una intensidad media diaria de tráfico muy superior a los 7.000 vehículos. El plazo de ejecución de las obras es de doce meses, por lo que debería estar lista para principios del año 2017, según fuentes de la delegación del Gobierno.

El ministerio expropió hace unos años 1.300 metros cuadrados para facilitar la ejecución de la obra, que ha sido adjudicada a través de la Sociedad Estatal de Infraestructuras del Transporte (Seittsa). El proyecto fue licitado por 15 millones de euros y finalmente ha sido adjudicado por cerca de 10,2 millones de euros a la empresa Vías, del grupo ACS.

Un proyecto complejo y caro

La obra, según las fuentes, es compleja y cara debida a la construcción del falso túnel y a condicionantes técnicos como su situación en una zona periurbana que soporta un intenso tráfico, a las características del terreno, que obligan a realizar cimentaciones especiales y a la necesidad de mantener abierta la plataforma actual de la V-30 mientras se ejecutan las actuaciones previstas.