Las distintas tramas corruptas del PP valenciano se entrelazan entre sí según van apareciendo nombres de empresas y personas implicadas en el saqueo de las arcas públicas. El PAI de Alfara d'Algímia (ahora, Alfara de la Baronía) por el que la red Avialsa vinculada a Serafín Castellano dio un pelotazo de seis millones de euros por la mera cesión de los derechos de urbanización vincula esta operación con el caso Blasco y Emarsa, el referente al saqueo de la depuradora de Pinedo. Prodaemi, la mercantil que abonó los mil millones de pesetas por desarrollar viviendas en este pequeño municipio del Camp de Morvedre, fue adjudicatario de la depuradora de Pinedo mientras tenía contratado al hermano de Esteban Cuesta, exgerente de la empresa pública y el único que ha confesado y se ha arrepentido de los delitos.
Los investigadores tendrán que emplearse a fondo volviendo atrás en el tiempo porque las fechas relacionan las distintas operaciones, cuanto menos sospechosas. Como contó ayer Levante-EMV, el pago de seis millones de euros de Prodaemi por el plan Nova Alfara sirvieron para que un testaferro del exconseller encarcelado Rafael Blasco cobrara una mordida de 300.000 euros, según la Unidad de Delitos Económicos (Udef) de la policía nacional. El exteniente de alcalde de Quartell con el PP Emilio Máñez fue el mediador de la compraventa. Prodaemi tenía en la época una finca de 500 hanegadas de naranjos en Quartell, según declaró su propietario Miguel Ángel Sanjosé ante el juez de Emarsa.
Meses antes de la compra del PAI Nova Algímia, Prodaemi había estado realizando trabajos en la depuradora de Pinedo por valor de 480.000 euros y a petición de Esteban Cuesta. Esta empresa compró suelo que se iba a recalificar en Benimàmet cuando el ex gerente de la depuradora era alcalde pedáneo, según reveló el testigo de Emarsa Enrique Chuliá, carnicero en la pedanía y miembro del PP de Valencia. Chuliá explicó que le prestó a Cuesta 150.000 euros para adquirir un solar que éste le devolvió posteriormente.
El testigo explicó al juez de Emarsa que Cuesta sabía que podía prestarle 150.000 euros porque, como alcalde de Benimàmet, era sabedor que había vendido 85.000 metros cuadrados de terrenos recalificados. Curiosamente y como el PAI de Alfara d'Algímia, el comprador fue Prodaemi.
En el interrogatorio del juez de Emarsa al propietario de Prodaemi, éste reconoció que contrató a Exae, la empresa del hermano de Cuesta, para trabajos agrícolas en Bétera y Quartell. El juez le preguntó por qué recurría a una firma de tractores de Casas Ibáñez cuando en la provincia de Valencia hay centenares. Sanjosé no supo responder. La investigación de Emarsa revela que, mientras José Ramón Cuesta trabajaba para Prodaemi también lo hacía para Proemisa, acusada por el exgerente de pagarle comisiones. Algo materialmente imposible porque sólo disponía de un tractor.
El propietario de Prodaemi, según la instrucción del caso Emarsa, acudió a varias de las cenas que Esteban Cuesta organizó en Benimàmet con motivo de las fiestas patronales. Allí coincidió con los contratistas más importantes de la depuradora, ahora procesados, y con el recientemente investigado y expresidente del PP de Valencia Silvestre Senent. Los diferentes casos de corrupción siguen entrelazándose.
