El polémico máster en Terapias Complementarias aplicadas a la salud que estaba programado por la Universitat de València para este mes de febrero no llegará siquiera a ponerse en marcha. Así lo decidieron ayer los responsables de la UV, que apostaron por suspender definitivamente el inicio del polémico máster sin esperar a la prometida comisión de expertos que debía certificar si las materias que se iban a impartir (entre ellas la imposición de manos o reiki) están o no catalogadas como terapias pseudocientíficas tras las críticas internas y externas recibidas.

La institución se acogió ayer a la baja demanda para finiquitar el curso que debía haber comenzado a finales de mes. Según confirmaron fuentes oficiales, la decisión deja en la estacada a «no muchos alumnos» ya que el mínimo marcado para que el máster arrancara era de 20 personas e incluso esta cifra podría haber sido «flexible» a la baja como sucede en otros cursos.

Con todo, las críticas recibidas por la programación del máster habrían provocado también la retirada de «varios» profesores con los que se había contado para impartir el curso. A este respecto, desde la UV sí reconocieron que parte del profesorado había declinado su participación en el curso aunque aseguraron que era «por diferentes motivos».

El máster, impulsado por el Departamento de Enfermería de la UV, incluía terapias complementarias de relajación y bienestar personal como el yoga o la meditación junto con otras que están catalogadas como pseudocientíficas y que provocan, incluso, un fuerte rechazo como el reiki, la kinesiología o el diagnóstico a través del iris o iridología.

Los primeros en posicionarse en contra del curso fueron los propios profesores del centro que pidieron la intervención del rector la semana pasada en el claustro a través de una pregunta formulada por el profesor de Astrofísica Manel Perucho. A ellos se unió una asociación de Burjassot (Asociación para Proteger al Enfermo de Terapias Pseudocientíficas, Apetp), que ha reunido entorno a su causa a un centenar de investigadores, profesores y científicos que pedían la retirada del curso.

En el aire queda ahora la convocatoria de la comisión de expertos prometida por el rector de la UV, Esteban Morcillo, para valorar si la universidad debía dar cobertura o no a estas enseñanzas y si se abordará -dentro o fuera de esta comisión- la continuidad de otro máster que oferta en su programa medicina naturista, acupuntura y homeopatía.

17 alumnos en el otro curso

Actualmente 17 alumnos están terminando la novena edición de este máster en el que participa el Departamento de Botánica de la UV y la sección colegial de Médicos Naturistas del Colegio Oficial de Médicos de Valencia. Desde la Apetp esperan que el examen a realizar por la UV de sus másteres vaya más allá del recién anulado y revise también este curso y su continuidad.

Por ahora, el vicerrector de Estudios de Postgrado de la Universitat de València, Rafael Crespo, recibirá el próximo lunes a los responsables de esta asociación que califican a la homeopatía como otra «pseudociencia» que «contraviene los códigos deontológicos de la medicina» y el que la UV lo mantenga en su oferta de formación de postgrado no hace más que «legitimarlo».

Fernando Cervera, biólogo, e integrante de esta agrupación, aseguraba ayer al respecto de estas enseñanzas que, efectivamente, los principios activos de las plantas «tienen usos medicinales pero el problema están en el enfoque cuando se llega al punto de asegurar que algunas plantas pueden curar el cáncer. Entendemos que se están legitimando técnicas como la homeopatía que son una estafa y vulneran el código deontológico».

Más que reiki: autopurificación y diagnóstico por el iris

El programa del máster, que tenía un precio de 850 euros, incluía no solo el reiki como terapia de sanación sino también otras terapias «energéticas» que todavía no se han demostrado científicamente o de «autopurificación». Dentro de las técnicas diagnósticas, el programa de estudios incluía la iridología, que establece que es posible leer en el iris humano y animal los desórdenes físicos y mentales presentes, pero también futuros. Según la asociación Apetp, este método afirma poder detectar si un paciente «tendrá cáncer, pero todos los experimentos realizados para verificarlo han obtenido resultados negativos.