Los polígonos industriales son espacios periféricos al entorno urbano que tienen una delimitación precisa y que se derivan de una acción de planificación específica cuya finalidad es concentrar las actividades productivas en un espacio concreto, de forma que éstas puedan compartir recursos y servicios comunes, evitando además el impacto ambiental y paisajístico que se deriva de la dispersión territorial de las empresas en el territorio.

Desde este punto de vista, constituyen un importante recurso para el desarrollo económico territorial, y han sido históricamente un instrumento importante de la política regional y local, al considerarse un atractivo potencial para la localización de empresas en un territorio determinado. Actualmente, la existencia de suelo industrial equipado sigue siendo un importante recurso para el desarrollo industrial, si bien con el tiempo las características y la calidad de ese suelo industrial se han convertido en un factor más importante que su mera existencia. Por otra parte, sus características han evolucionado, de forma que hoy acogen, además de industrias, actividades del sector servicios, lo que ha dado lugar a nuevas tipologías como los denominados parques empresariales, formados por industria ligera y actividades terciarias, las plataformas logísticas, especializadas en el transporte y almacenaje; y los parques tecnológicos, en donde, con el fin de generar economías de aglomeración y favorecer los procesos de innovación, se ubican, junto con las industrias y otras actividades productivas, actividades de investigación y desarrollo tecnológico.

La ordenación y planificación del suelo empresarial en España es competencia de los gobiernos autonómicos, aunque el Gobierno central actúa como promotor y gestor a través de entes como Sespes e Infoinvest, y la creación de este tipo de espacios está vinculada a las instancias de poder regional y local. En la Comunitat Valenciana, actualmente es el Ivace (Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial) quien desde mayo de 2013 ha asumido las competencias del antiguo Sepiva (Seguridad y Promoción Industrial Valenciana, SA, creada como empresa pública en julio de 1984) relacionadas con la adquisición, preparación y gestión de suelo para asentamientos industriales y servicios y espacios de innovación.

Algunas actuaciones emblemáticas de este tipo en la provincia de Valencia son València Parc Tecnològic, el Parque Industrial Rey Juan Carlos I, y Parc Sagunt. El primero se crea en la segunda mitad de los años 1980 como una pieza importante de la política de innovación desarrollada por la Generalitat Valenciana, y en él están situados un buen número los Institutos Tecnológicos, así como otras instituciones empresariales (Incubadora de Empresas -CEEI, Centros de Formación Empresarial), y empresas con dedicación a I+D+I, de servicios y asesoramiento, e industrias limpias. Más reciente en el tiempo es el Parque de Proveedores de Ford España Juan Carlos I, situado entre los términos municipales de Almussafes y Picassent, desarrollado por iniciativa del Sepiva y en colaboración con Ford, y que acoge a empresas, tanto multinacionales como de origen endógeno, que satisfacen la demanda de componentes de la factoría Ford España en Almussafes. Finalmente, Parc Sagunt es otra gran iniciativa de suelo industrial que se deriva de la reconversión industrial de la siderurgia saguntina, que dejó como herencia un gran espacio de titularidad pública, de más de 10 millones de metros cuadrados y ubicado en un área de elevada accesibilidad (carreteras y autopista, puerto, corredores ferroviarios).