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Dependientes de Madrid

La mano que mece los pagos del Consell

La Conselleria de Hacienda responsabiliza al ministerio de la demora en los pagos a los proveedores porque la estadística depende del desbloqueo de los fondos del rescate

«El problema del pago a proveedores no está en el Palau de la Generalitat, está en la calle de Alcalà, en el Ministerio de Hacienda». El conseller de Hacienda, Vicent Soler, aireó el pasado jueves en las Corts un revelador gráfico que explica los vaivenes de la Generalitat a la hora de pagar a sus proveedores. Soler lo aireó desde su escaño, durante la repregunta al presidente Ximo Puig, para reprochar al grupo popular que responsabilizara al nuevo Consell de la demora en los pagos. Los últimos informes difundidos por el ministerio han situado otra vez a la Generalitat en arenas movedizas, con unas cifras de espera en los pagos de 87 días, casi el triple de lo permitido. A tenor de lo que marca la ley, la situación es extrema, ya que la Generalitat está en alerta roja desde hace meses y, en teoría, expuesta a las sanciones del Estado por incumplidora recalcitrante. Pero más allá de las hipotéticas represalias (Madrid ha evitado aplicarlas), las cifras malogran la imagen de la Generalitat, que queda como institución morosa.

En realidad lo que Soler trató de resaltar es la excesiva dependencia que tiene la Generalitat del ministerio, de cómo en la práctica «la mano que mece los pagos» no es la conselleria, sino Montoro.

El gráfico (reproducido bajo estas líneas) es clarividente. El año 2015 terminó con una media de pago superior a los 80 días, una cifra que fue in crecendo hasta tocar techo, en marzo, con casi cien días de demora. Ese mes, previo a las elecciones autonómicas, llegó el manguerazo de más de 2.200 millones del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA). De forma casi automática, aunque progresivamente, las facturas empiezan a pagarse y a reducirse hasta llegar a una cifra récord en junio con tan sólo 38 días de demora. Fue cuando más cerca ha estado el Consell todos estos años de crisis de pagar en tiempo y forma a las empresas. Coincidió con el traspaso de poderes.

Sin embargo, el nuevo FLA ha tardado en llegar. Después del verano, comenzó la presión de la Conselleria de Hacienda para que Hacienda liberara una nueva inyección. El Consell reclamaba más de 1.400 millones, del FLA sobrante. Con el gráfico como referencia no es de extrañar que esos días, Soler lanzara un grito de socorro. De nuevo los proveedores se ponían a hacer cola frente a la Generalitat. Los datos de noviembre situaban el periodo medio de pago en 87 días. El rescate fue un hecho en diciembre, antes de las generales. Montoro visitó Valencia para visualizar que era el ministerio, quien pagaba.

«Montoro abre y cierra el grifo del pago a los proveedores, es el responsable de la demora en los pagos», reitera la secretaria autonómica de Hacienda, Clara Ferrando, que añade que solo un nuevo sistema de financiación dará autonomía en los pagos.

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