Una senyera apareció ayer por la mañana ajustada entre los picaportes de la puerta de la sede de la Real Acadèmia de Cultura Valenciana (RACV). Nada extraño, pues la bandera oficial de la Comunitat Valenciana siempre ha estado muy presente en el palacete de la calle Avellanas. Fue puesta por algún miembro de los grupos del valencianismo secesionista, que consideran una «traición» las declaraciones del decano del RACV, Federico Martínez Roda.

Junto con Lo Rat Penat, cuyo presidente ya se mostró el domingo en desacuerdo con Martínez Roda, ayer fue la Plataforma Valencianista la más beligerante. Esta asociación calificó ayer de «desafortunadas» las palabras del máximo responsable de la RACV y exigió una «urgente rectificación». Al mismo tiempo advertía a Martínez Roda que «a partir de ahora, en todas sus palabras y acciones que haga como decano, tendrá la lupa del valencianismo cultural y cívico».

Otra de las entidades en la órbita de los grupos contrarios al consenso lingüístico, el Círculo Cívíco Valenciano, consideró «un acto de traición al pueblo valencianos» las opiniones del decano de la RACV. En terminos similares se pronunció el Casal Bernat i Baldoví. El autodenominado «Junts front a l'AVL» reclamó la dimisión inmediata de Martínez Roda y «los demás miembros de la RACV que puedan apoyar o participar» de sus manifestaciones.

La misma presión que ahora se ejerce contra Martínez Roda, ya la vivieron el poeta Xavier Casp, cuando aceptó formar de l'Acadèmia Valenciana de la Llengua, e incluso Ramon Ferrer cuando accedió a la presidencia de la AVL.