El expresidente de la Diputación de Castelló, Carlos Fabra, internado en la cárcel madrileña de Aranjuez para cumplir una condena de cuatro años de cárcel por defraudar 700.000 euros a Hacienda, pasa su tiempo en prisión relajadamente, donde recibe un trato 'privilegiado' y es uno de los presos más populares de su módulo hasta el punto de que los otros internos lo conocen como "Don Carlos" o "señor F".

Así se puede apreciar en las imágenes que publica la revista 'Interviú' de la vida de Fabra en prisión, donde se ve al antiguo barón del PP tomando un refresco en el patio de la cárcel, controlando con el mando a distancia la televisión o jugando al dominó.

El antiguo presidente de la entidad provincial castellonense se encuentra internado en el módulo 3 de la prisión, un espacio que comparte con otros 60 presos a los que, según el semanario, invita a refrescos, café y patatas, e incluso anima a que no voten a Mariano Rajoy, presidente de un partido del que ahora reniega.

La publicación cita fuentes del centro para asegurar que el Señor F "nunca dice que no a lo que le piden: tabaco, dinero para tarjetas de teléfono, patatas fritas. Invita sobre todo a quienes juegan la partida con él...'. Entre su rutina, incluyen llamadas a la familia todos los días hacia las nueve o nueve y media; jugar al dominó y preparase su comida porque "no suele comer el menú de la cárcel".

Según esta versión, "él prefiere tomar ensaladilla rusa, embutidos y alguna lata de mejillones o calamares", siempre con latas de refresco. Posteriormente, se queda en su celda, donde tiene un tablón con fotografías de sus nietos y ya por la tarde dedica un tiempo a leer la correspondencia.

A última hora debe barrer y fregar algunas zonas comunes cuando le toca y, ya por la noche, descansa en su celda. También pasa parte del tiempo viendo la televisión. El expresidente recibe visitas regulares de sus familiares y, según añade, algunos funcionarios le llaman de 'usted' o 'don' incluso por megafonía.