El Consell Valencià de Cultura y Escola Valenciana „la institución consultiva de la Generalitat en materia de cultura valenciana y el brazo cívico más fuerte en defensa de la lengua propia„ valoraron ayer el acercamiento producido entre el decano de la Real Acadèmia de Cultura Valenciana (RACV) y la normativa oficial de la Acadèmia Valenciana de la Llengua (AVL). Responsables de ambas entidades expresaron su satisfacción por el movimiento que camina hacia el consenso lingüístico entre ambas entidades subrayando en ambos casos la referencia oficial de la AVL.

Jesús Huguet, secretario del Consell Valencià de Cultura, afirma que «todo lo que sirva para pacificar la discusión lingüística es positivo y responde a nuestro espíritu. Ya se han superado las violencias, los traumas y las polémicas estériles que van en contra de la propia lengua y que deberían dejarse en el baúl de los recuerdos. Satisface comprobar que las discusiones y la violencia de la Batalla de València se han superado definitivamente. Porque cuando una lengua está rodeada de conflicto, la gente acaba por usar otra», explica Huguet en declaraciones a Levante-EMV.

A juicio de Huguet, «es positivo el acercamiento a una situación de convivencia» entre ambas academias. Más si cabe, añade, porque el Diccionari de la AVL presenta «mucha consideración por las variantes dialectales valencianas». Según declaró a este periódico el decano de la RACV sobre el nuevo Diccionari de la Acadèmia Valenciana de la Llengua, «es el diccionario de todos los valencianos».

Una entidad profundamente alejada de los postulados lingüísticos de la Real Acadèmia de Cultura Valenciana como es la federación de Escola Valenciana se muestra receptiva al acercamiento. «Esperemos „señala el presidente de Escola, Vicent Moreno„ que esto dé su fruto. Pero es importante no tener prisas. Ha pasado tanto tiempo ya desde que debería haberse arreglado que no pasa nada si transcurre medio año más. Que vayan consensuando posturas. Y si necesitan algo de nosotros, ya nos dirán. Ellos [en referencia a la RACV] sabrán por qué lo hacen. Pero no pasa nada: bienvenidos sean», dice el máximo responsable de la entidad que organiza las Trobades.

Conflicto «político», no lingüístico

Moreno alude a dos cuestiones. La primera, el foco del problema. «Las fricciones que se han producido en torno a la lengua han sido, principalmente, de naturaleza política. Las cuestiones lingüísticas han sido utilizadas políticamente desde la Batalla de València. En este sentido, nos alegramos de que la gente piense que ahora hay que hacer una aproximación, pero nosotros lo tenemos muy claro: hay que atenerse a lo que diga la Acadèmia Valenciana de la Llengua: que la unidad lingüística es un hecho y, a partir de ahí, están las variantes de cada territorio».

La segunda cuestión minimiza la importancia de una posible entente cordiale entre las dos academias „una oficial, la otra minoritaria„ y destaca la verdadera necesidad que tiene el valenciano: el uso social. «Aquí lo importante es el uso. Algunos se dan golpes en el pecho diciendo que son muy valencianos y que la lengua es la máxima seña de identidad del pueblo valenciano. Pero todo ello lo dicen en castellano y, en el día a día, el valenciano no lo utilizan».

Moreno reivindica que el uso del valenciano tenga el prestigio adecuado. «Dejémonos de normativas, porque la normativa ya está marcada. Es ésa normativa, no hay más vuelta de hoja. Ahora necesitamos que la gente utilice el valenciano. Y que los gobernantes le den el prestigio que corresponde a una lengua oficial. Estamos en el camino, pero todavía „apostilla„ no hemos llegado a ese punto».