Acció Cultural del País Valencià afirmó ayer en un comunicado que «valora muy positivamente cualquier gesto y pronunciamiento de renuncia a la politización de la lengua de los valencianos». Después de los movimientos de acercamiento de la RACV a la AVL (el decano de la RACV dijo el domingo en Levante-EMV que el Diccionari de la AVL «es el de todos los valencianos»), Acció Cultural manifestó ayer que «la unidad de la lengua y su normativa son hechos ya fijados académicamente. Ahora lo que hace falta son políticas de fomento del uso y garantizar la igualdad real de las dos lenguas oficiales». Escola Valenciana, el Consell Valencià de Cultura y el conseller de Cultura también han valorado esa aproximación entre ambas academias.

Acció Cultural subraya que el pacto entre valencianos «ya se produjo el año 1932» y su resultado son las Normes de Castelló, sobre las que se funda la AVL con variaciones posteriores. «Por tanto, el hecho de la unidad de la lengua y de su normativa ya fue acordado y consensuado por los valencianos hace 84 años, y cuenta con el apoyo y reconocimiento de todas las universidades», insiste Acció Cultural. Para la entidad que preside Joan Francesc Mira, más allá de este «conflicto artificial», lo importante son otros retos que frenen la «discriminación objetiva» que sufre el valenciano. «Superemos, pues, los debates estériles, y concentrémonos en la aprobación y el impulso de medidas concretas y reales», añade.

Presiones sobre Martínez Roda

Por otro lado, las presiones siguen sobre Federico Martínez Roda. La Plataforma Valencianista PLV emitió ayer un comunicado en el que subraya que «es la Acadèmia Valenciana de la Llengua la que debe ceder, y no la RACV». Desde la misma órbita, el Grup Cultural Ilicità Tonico Sansano pidió ayer la dimisión del decano de la RACV y que la institución devuelva el Premio al Valencianismo Palma Dorada que le entregó la asociación.