El director de la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia (Cacsa) cuando en 2004 se firmó un convenio de colaboración con el Instituto Nóos, José Manuel Aguilar, señaló ayer que no hizo «ninguna comprobación» sobre la solvencia de la asociación impulsada por Iñaki Urdangarin y Diego Torres. «No nos lanzábamos a la piscina», dijo, no obstante, Aguilar ante el tribunal que juzga el caso Nóos en la séptima jornada de la vista que se celebra ante la Audiencia de Palma, donde en respuesta a la Fiscalía añadió que decidió que patrocinar los foros Valencia Summit era interesante para Cacsa, sin saber que uno de sus promotores era el esposo de la infanta Cristina.

«Forma profesional de Nóos

Según sus explicaciones, la forma «profesional» de actuar por parte de Nóos, el aval de la experimentada Fundación Turismo de Valencia Convention Bureau (que copatrocinó el evento) y el respaldo del departamento de comunicación de su propia organización eran razones de peso para confiar en el proyecto que había presentado Torres sin necesidad de un informe que evalúe su experiencia previa. Para firmar el convenio que supuso la aportación de 1,5 millones por parte de Cacsa por la organización de tres ediciones del Valencia Summit (2004, 2005 y 2006) tampoco era preciso un informe jurídico de la idoneidad de la fórmula contractual elegida, exenta de las normas de contratación pública, ha añadido.

Aguilar, como los otros acusados de la rama valenciana del caso que han declarado hasta ayer, solo ha respondido a las preguntas de la Fiscalía y las defensas de otros encausados, pero no a los letrados de la acusación.