Para ilustrar el agujero negro de las empresas públicas en los años del PP, el conseller de Hacienda, Vicent Soler, puso un ejemplo paradigmático. El de la exdiputada del PP Inmaculada Guaita, a la que no citó. Fue nombrada responsable de relaciones institucionales con la Administración de la Sociedad de Proyectos Temáticos y tras perder su acta en las últimas elecciones se reincorporó. Fue despedida en diciembre y la Generalitat le ha tenido que indemnizar con 19.000 euros. No es un caso único, porque muchos de los trabajadores accedieron «a dedo», dijo Soler que lamentó que en el camino de la limpieza de plantillas se va quedar mucho dinero del contribuyente. c. a. valencia