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Entrevista

José Císcar: "O hay primarias para las listas o dejaré todos mis cargos en el PP"

«¿Corrupción? Por días y casi por horas sientes rabia, vergüenza, indignación, impotencia... Hay momentos en los que muchos nos planteamos muy seriamente si tiene algún sentido continuar aquí»

José Císcar: "O hay primarias para las listas o dejaré todos mis cargos en el PP"

¿Esta situación tan grave que arrastra el PP en la C. Valenciana se arregla sólo con un congreso?

Es una situación evidentemente complicada. Los sucesivos casos de corrupción que se han producido en los últimos años dañan muchísimo la imagen del PP y lastran nuestra credibilidad. Es muy difícil decir que todo eso se soluciona sólo con un congreso. Pero tampoco se arreglará sin celebrarlo. Habrá que hacer ese congreso extraordinario. Y después habrá que mantener una línea durante mucho tiempo que tendrá que ser muy diferente a la que actualmente sigue el Partido Popular.

Dice que debe girar el actual rumbo y durante mucho tiempo. ¿Qué cosas deben cambiar?

Ese congreso debe ser participativo. Hay que darle la vuelta a nuestros Estatutos para que ya podamos elegir al nuevo líder del PP con unas primarias. Tenemos que hacer realidad el principio de que cada afiliado tiene un voto. Ese congreso tiene que servir para reconstruir el PP y para trazar una línea que diga claramente: «¡Hasta aquí hemos llegado!». Y que desde ese día empiece una nueva etapa. Debe haber una renovación de personas pero también de ideas y de proyecto para la C. Valenciana. El PP ha perdido la primacía de su discurso. Y la tenemos que recuperar. A mi no me cabe la menor duda que somos los que más y mejor defendemos los intereses de los valencianos. Pero, somos conscientes de que muchos ciudadanos, en estos momentos, han perdido esa percepción.

¿Y todo eso es compatible con un calendario en el que cada día se conocen novedades sobre los casos de corrupción del PP? Lo último se ha producido hace 48 horas con la decisión de abrir juicio oral por la supuesta financiación ilegal del PP en 2007 y 2008...

Vivimos un momento muy difícil. Por días y casi por horas, el sentimiento cambia: sientes rabia, vergüenza, impotencia, indignación... Hay veces en los que muchos nos planteamos muy seriamente si tiene algún sentido continuar aquí. Y nos decimos: «Tenemos vida más allá de la política». Pero luego piensas que el espacio político de centro-derecha que ocupa el PP es el que sintoniza con millones de ciudadanos. Y eso, junto a nuestros miles de cargos públicos que son honestos y con una gran vocación de servicio, es lo que te anima a seguir luchando. Lo que tenemos que conseguir es que todas esas pandillas de golfos que han hecho daño al PP estén -los que aún no lo estén- ante un juez. Que vayan a la cárcel cuando una sentencia lo diga y que también devuelvan lo robado. Podemos meter la pata pero no la mano. Y el que meta la mano en la caja, cuando se demuestre, que se la corten.

Habla de una «pandilla de golfos». En los casos de corrupción están implicados tres expresidentes de diputación, exalcaldes de grandes ciudades, la cúpula del partido... ¿Hay argumentos para negar que estamos ante el «caso PP»?

Pandilla de golfos son para mi aquellos que un juez, en sentencia, diga que han cometido un delito de corrupción. Conozco a centenares de concejales, en el gobierno y en la oposición; y a miles de afiliados que en el 99,9% de los casos son gente honesta. No estamos ante un caso general del PP. La corrupción es cosa de personas. Está en todos los partidos. Pero es verdad que afecta más a los que llevan mucho tiempo gobernando como el PSOE en Andalucía, Convergència en Cataluña o el PP en la C Valenciana. Dicho esto: hay que poner los mecanismos para apartarles de la vida pública.

Cita usted el PP de Alicante. La Guardia Civil está investigando la existencia durante años de una caja con dinero negro para pagar gastos de la organización...

Desde julio de 2012, cuando yo fui elegido presidente provincial del PP, no hay ni medio céntimo de euro en «b». Lo que pueda haber ocurrido antes, yo eso no lo puedo saber. Quiero pensar que tampoco había nada.

Y ese asunto de la caja «b», además, ha supuesto la vuelta a la escena de Francisco Camps...

Ha salido a dar explicaciones. Y eso es lo que se pide. No sólo eso. Además ha denunciado lo que, en su opinión, son informaciones falsas. No tengo nada más que decir.

Asegura Camps que es el líder perfecto para el PP, que «barrería» a la izquierda y no descarta presentarse a las primarias....

(Risas) Esa es la grandeza de las primarias. Cualquier afiliado se puede presentar. Lo que yo puedo anticipar es que mi voto será para Isabel Bonig. Será la que ganará ese proceso y la primera mujer que llegará a dirigir la Generalitat.

Usted estuvo con Camps...

Efectivamente. Yo y mucha más gente. Pero también hemos estado con otros presidentes de la Generalitat y otros presidentes provinciales. He coincidido en el PP con Eduardo Zaplana y también con Alberto Fabra.

Llegamos a ese congreso. ¿Qué decisiones debe adoptar el PP?

Debemos implantar, no sólo en la C. Valenciana sino en toda España, esas primarias para elegir a los cargos del partido y también nuestras candidaturas electorales. Tiene que haber limitación de mandatos, supresión de aforamientos, listas abiertas en las elecciones y que cada persona sólo pueda ocupar un cargo público.

¿Y el cambio de siglas como signo de la refundación del PP?

Soy partidario de todo lo que evidencie un antes y un después en el PP de la C. Valenciana. Dicho esto, debemos tener en cuenta dos cosas. En primer lugar, la decisión sobre ese cambio de nombre la deben tomar los afiliados. Y, en segundo lugar, yo no iría a un modelo en el que se cambian los apellidos que, en todo caso, deberían ser «Partido Popular». No me estoy refiriendo a un sistema como el de Unión del Pueblo Navarro. Estoy hablando de seguir siendo el PP y, si interesa y los militantes así lo deciden, añadir alguna otra denominación.

Rita Barberá fue un símbolo del PP durante tres décadas. Ahora ya se ha iniciado el trámite de su imputación en el marco de la «operación Taula». ¿Debe dimitir del Senado y marcharse?

Efectivamente, Rita Barberá fue un símbolo del PP por méritos propios. Como alcaldesa de Valencia fue la promotora de la mayor transformación de una ciudad en toda España. Dicho esto, cuando durante mi etapa como portavoz del Consell se me preguntaba por una imputación, yo siempre decía lo mismo: lo dejaría todo y me marcharía porque entiendo que las siglas del PP están por encima de los problemas personales que tiene cada uno. Rita Barberá no está todavía imputada. Pero en su situación, con sus concejales y sus asesores ya investigados, yo en su lugar me habría ido a mi casa y hubiera dejado mis cargos. Pero es una decisión, insisto, personal.

¿En el momento que fuera imputada, se le abrirá expediente como marcan los estatutos del PP?

Lógicamente. Como se haría con cualquier otro afiliado.

¿Y qué piensa hacer con la situación de Gerardo Camps? ¿También debería dimitir?

Son dos situaciones distintas. Pero en el caso de Gerardo Camps, yo tengo en mi poder un escrito firmado por el propio diputado en el que se compromete a dimitir en el caso de que fuera imputado por un supuesto delito vinculado a una investigación por corrupción. Me lo firmaron todos los candidatos de la lista en esas elecciones. El Partido Popular de Alicante ha puesto en marcha cosas que no ha hecho nadie en el resto de España.

Ya me ha dicho que su voto en el congreso regional para Isabel Bonig. Usted también es miembro del comité ejecutivo nacional del PP. ¿Debe irse Mariano Rajoy?

Ahora mismo lo que debe intentar Mariano Rajoy es formar gobierno en el caso de que Pedro Sánchez fracase en su investidura. Es una cosa que no descarta, como ya comentó esta semana en la reunión de la ejecutiva. Y desde mi punto de vista tiene que tratar de conseguir los apoyos necesarios con ese objetivo. Cuando esa fase termine y haya un gobierno sea del color que sea, habrá un congreso nacional y ahí Rajoy tendrá que tomar su decisión.

De otra manera. ¿Debe ser Rajoy el candidato si todos los intentos de formar gobierno fracasan y vamos a otras elecciones?

Tiene todo el derecho del mundo a ser otra vez el candidato. Por dos motivos: ganó las últimas elecciones y la gran labor que ha desarrollado en el Gobierno durante los últimos cuatro años, algo de lo que parece que nos estamos olvidando.

¿No cree que los casos de corrupción en Madrid y la Comunidad inhabilitan a Mariano Rajoy para continuar en sus cargos?

Es que en ninguno de esos casos de corrupción que usted cita está involucrado Mariano Rajoy...

Era el presidente del PP...

Sí. Es cierto. Pero vuelvo a repetir: no está involucrado en ninguno de esos casos a los que se refiere.

¿Hasta qué punto la avalancha de casos de corrupción condiciona la fecha y el desarrollo del periodo de congresos del PP?

La única cuestión que condiciona la fecha del congreso regional es la investidura del presidente del Gobierno de España. No queremos coincidir en ese mismo espacio temporal con la decisión que se está tomando en Madrid. No hay ninguna otra cortapisa. Inmediatamente que esa circunstancia quede resuelta, se celebrará ese cónclave.

Pero nadie sabe todo lo que queda todavía por salir...

Yo no puedo saber lo que hay en cuestiones que están bajo secreto de sumario. Pero con independencia de cuál sea el calendario y la actividad de los tribunales, se tiene que celebrar ese congreso regional.

¿Temen el impacto que pueda tener lo que aún no se conoce?

Lo que queremos es que salga lo que tenga que salir. Lo tenemos muy claro. Repito: el que haya metido la mano en la caja, cuando se demuestre, que se la corten. Y que el que haya robado, que lo devuelva. Somos los primeros interesados en que todo eso se conozca. Lo que más nos daña a nosotros es que nos metan a todos en el mismo saco.

¿Por qué no hacían antes ese discurso tan claro contra las investigaciones por corrupción?

Lo hemos dicho durante muchos años. Ahí están las hemerotecas...

Muchos de sus compañeros en el PP lo evitaban o se callaban...

Respondo por mi. El PP es un partido plural en el que cada uno tiene su forma de pensar.

Ya que habla de la gestión de la Diputación. ¿Cómo ve la situación con la inestabilidad que se ha generado tras la ruptura con C's?

La verdad es que no lo veo tan inestable. Tengo que decir que ese acuerdo que existía entre el PP y Ciudadanos se ha roto de forma muy injusta. El documento habla de imputaciones por corrupción y, en mi opinión, lo que está cuestionando Ciudadanos no es un caso de corrupción. El partido de Albert Rivera, de hecho, ante un caso similar en Andalucía de prevaricación administrativa, dijo en su momento que no era corrupción. ¿Por qué allí dicen una cosa y aquí otra? Dicho esto, lo que viene a partir de ahora es que hay que seguir negociando y pactando. Hasta aquí ese acuerdo era con Ciudadanos y ahora se abren otras opciones. Otro abanico, que tampoco le tiene que venir mal a una persona tan dialogante y capaz de llegar a tantos consensos como César Sánchez. Podrá hablar con los socialistas y, desde luego, también con el resto de los partidos.

Ahora, además, la Generalitat está dispuesta a ir recortando las competencias y el presupuesto de la Diputación por decreto...

Tienen ansia centralizadora. Quienes hoy gobiernan siempre se han quejado de Madrid pero ahora intentan imponer otro tipo de centralismo. Ni Ximo Puig ni Mónica Oltra creen en las provincias. En su modelo territorial no caben. Y para acabar con las provincias hay que debilitar a su gobierno que son las diputaciones. ¿El decreto? Hemos pasado de tener la conselleria de Turismo en Benidorm como prometió Ximo Puig en la campaña de las autonómicas a que la marca turística de Benidorm tenga su sede en el Palau de la Generalitat.

Esto es lo que ocurre. Y en Alicante nadie nos puede dar lecciones de cómo se hacen las políticas de promoción turística. La Diputación ha podido tener errores. Como todos. Pero considero que, en general, la gestión de Turismo ha sido muy buena. Tenemos dos marcas -Costa Blanca y Benidorm- muy potentes y que ha costado mucho trabajo consolidar.

Y lo que ahora propone la Generalitat supone un retroceso. Dicen que quieren coordinar políticas. Coordinar, desde luego, nunca puede ser decretar.

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