La relación de puestos de trabajo de Imelsa comprende 770 empleados, entre los trabajadores de las brigadas forestales (rondan los 550) y los empleados que trabajan en servicios centrales. Agentes de la UCO de la Guardia Civil han visitado media docena de veces la sede de la empresa, situada en la calle Avellanas desde hace dos semanas y antes ubicada en la calle Conde Trénor. De allí se llevaron documentación sobre toda la plantilla en su intento de localizar a los zombis (entre 8 y 10), los enchufados y los asesores del consejo de administración. En este último supuesto, para comprobar si su destino estaba en la diputación o, en el peor de los casos, en la sede del partido político de turno.

No acababa ahí el cometido de la UCO. En su punto de mira estaban también los sueldos de altos cargos directivos como José Enrique Montblanch, que ya habían dejado la empresa o han sido apartados por los nuevos gestores de la sociedad. La Guardia Civil quiere comprobar si las nóminas se ajustaban o no a la ley. Se llevaron listados e historiales de la plantilla, pero no todo el material que deseaban. Las nóminas vip estaban fuera de control y bajo siete llaves. Con posterioridad a la visita que hicieron en verano, pudieron acceder a la información completa. Todo lo completa posible.

Porque los archivos fueron mutilados. Sobre todo por Marcos Benavent cuando en su huida se llevó 40 discos duros. Un material que devolvió al juzgado número 6 cuando regresó y que fue derivado a la Fiscalía Anticorrupción por expreso deseo del nuevo equipo directivo de la empresa pública, que era la propietaria de la documentación.