La Policía Nacional detuvo ayer de nuevo al empresario de Muro d'Alcoi Nourdine C. tras registrar dos contenedores con ropa llegados al puerto de Valencia a nombre de al menos una de sus empresas, dedicada a la recepción y redistribución de ropa usada y que, según los servicios policiales antiterroristas, era una tapadera para enviar armas, efectos militares, componentes electrónicos, dinero y precursores para fabricar explosivos al Daesh en Siria e Irak.
El empresario, uno de los presuntos cabecillas de la trama desmantelada el pasado 7 de febrero de febrero en Ontinyent, Cocentaina, Muro d'Alcoi, l'Alqueria d'Asnar, Crevillent, Alcoi, Alicante y Ceuta con la detención de siete personas, fue arrestado de nuevo ayer, al término de la inspección a la que fueron sometidos los dos contenedores en el depósito del recinto portuario de Valencia destinado a las revisiones rutinarias de mercancías.
En medio de un enorme despliegue policial, con decenas de agentes de uniforme y fuertemente armados que no pasó desapercibido para los camioneros que esperaban en los muelles del depósito a que su contenedor fuese inspeccionado, llegaron en varios coches los investigadores de la Comisaría General de Información y el empresario alicantino de origen marroquí Nourdine C., acompañado de su abogada.
Los dos contenedores, al parecer procedentes de países árabes, habían llegado hace semanas al recinto portuario valenciano, pero su revisión no se produjo hasta ayer, apenas dos días después de la excarcelación del empresario.
Así, el pasado lunes, el juez de la Audiencia Nacional que investiga esta supuesta trama yihadista, Eloy Velasco, concedió la libertad provisional a dos de los siete detenidos: Nourdine C. y Simón R. L., un vecino de l'Alqueria d'Asnar que figura como administrador de varias firmas inmobiliarias, a través de las cuales estarían alquiladas algunas de las naves de los otros detenidos.
Según fuentes de la Audiencia Nacional, el juez Velasco impuso a ambos como medidas cautelares la retirada del pasaporte, la prohibición de salir del país y la obligación de presentarse semanalmente en el juzgado. Además, al menos en el caso de Simón, distintas fuentes afirman que se le fijó una fianza de 30.000 euros. La cuantía en el caso de Nourdine no ha trascendido.
La inspección de los contenedores dio comienzo a primera hora de la mañana y se prolongó hasta la tarde. Según ha podido saber Levante-EMV de fuentes de toda solvencia, los agentes de la lucha antiterrorista, que abrieron y desmontaron la mercancía dentro de uno de los almacenes del recinto, al abrigo de la mirada de los curiosos y bajo la custodia de decenas de agentes uniformados fuertemente armados para evitar posibles sorpresas, encontraron prendas militares y otros objetos que al parecer relacionan al empresario con los envíos de material sensible al Daesh.
Así las cosas, una vez finalizada la inspección de ambos contenedores, los responsables de la investigación, que informaron al juez Eloy Velasco de los avances, decidieron detener de nuevo a Nourdine C., quien ayer permanecía en instalaciones policiales en Valencia, aunque todo apunta a que será trasladado en breve a la Audiencia Nacional para comparecer de nuevo ante el juez instructor.
Material para ser reenviado
Nourdine C. es propietario de una empresa con 35 empleados radicada desde hace casi 16 años en Cocentaina, cuya actividad se centra en la recepción y tratamiento de ropa usada que después es exportada a países del Tercer Mundo, algunos de ellos en África y otros, en Oriente Medio y Próximo.
Este marroquí nacionalizado español, completamente integrado en la vida social tanto de Cocentaina como de Muro d'Alcoi, donde reside en un chalé valorado en medio millón de euros, fue detenido el pasado 7 de febrero por agentes de la Comisaría General de Información de la Policía Nacional en el marco de una operación que tenía por objeto el desmantelamiento de una célula de apoyo logístico al Daesh.
Según informó en su momento el Ministerio del Interior, el supuesto cabecilla de la red desmantelada, hoy en prisión, es el empresario de Crevillent Ammar T., quien ejercía «un liderazgo permanente basado en la confianza» y que «centralizaba y dirigía toda la actividad a través de un complejo empresarial que le permitía, sin levantar sospechas, el envío del material en contenedores cerrados» que partían de puertos españoles -entre ellos el de Valencia- y cuyo destino eran los grupos terroristas Jabhat al Nusra y Daesh.
En la misma operación también fueron detenidos el jordano nacionalizado español Abu el R. en Ontinyent; un español de l'Alqueria d'Asnar identificado como Simón R. L.; un marroquí recién llegado a Muro d'Alcoi identificado como Ahmed; otro hombre más apresado en Alicante; y un séptimo, en Ceuta.
