La Conselleria de Educación ha lanzado un proceso «exprés» para permitir la implantación de la jornada intensiva en los colegios de Infantil y Primaria para el próximo curso 2016-17. Esto supone que en menos de dos meses, antes de que arranque el proceso de admisión del alumnado a principios de mayo, negociará y publicará una orden que posibilitará la eterna reivindicación del profesorado de concentrar las cinco horas diarias de clase en horario matinal.

El departamento del conseller Vicent Marzà condiciona el cambio de horario a que lo aprueben en referéndum «un mínimo del 55 % de votos favorables de la totalidad del censo de madres y padres». Consulta en la que la papeleta de las familias monoparentales o con un único tutor contará por dos.

Esto, junto a la obligada implicación de los ayuntamientos, es la principal novedad respecto a los tres borradores que presentó y retiró la anterior consellera del PP, María José Català. En el último paso atrás, hace ahora un año, esgrimió razones pedagógicas al asegurar que había detectado un aumento de repetidores en los 9 colegios que concentran todas las clases de 9 a 14 horas desde el curso 2013-14. Marzà, por su parte, en agosto supeditó la extensión de la jornada continua más allá de los 31 colegios que la aplican de forma experimental a un debate «con calma y sin prisas».

Se busca un respaldo masivo

El último borrador de Català exigía no sólo que en la consulta votara el 85 % de las madres y padres del censo sino que, además, hubiera un 60 % de síes. Entonces, al igual que ahora, se busca una gran participación y un respaldo masivo en un referéndum sobre un tema que divide a padres y maestros.

La propuesta que Marzà pone ahora sobre la mesa, aunque no varía sustancialmente con respecto a las lanzadas por Català, si es más concreta. Así, para que los alumnos de 3 a 12 años entren al colegio sobre las 9 de la mañana y, tras cinco clases de una hora de lunes a viernes y un recreo diario de 30 minutos, acaben a las 14,30 horas, se continua imponiendo la obligatoriedad de que los colegios mantengan el servicio de comedor y ofrezcan obligatoriamente extraescolares gratuitas hasta las 17 horas para las familias que no puedan recoger antes a sus hijos.

El 55 % de votos favorables del total de padres y madres censados es algo que rechazaron ayer el Sindicat de Treballadors de l'Ensenyament (Stepv), mayoritario en la enseñanza pública, y el sindicato independiente ANPE. Así, Marc Candela, portavoz del Stepv, reclama que el porcentaje de síes se estime sobre el total del votos emitidos y no del censo, pues eso supone reclamar una unanimidad casi total.

Tal porcentaje de aceptación supone una movilización sin precedentes pues en las elecciones a los consejos escolares de centro apenas vota el 15 % de padres.

Informe positivo del consistorio

No obstante, antes de la votación, se requiere la redacción de un plan específico de organización de la jornada escolar que debe contar con el informe favorable del ayuntamiento previa consulta al Consejo Escolar Municipal (CEM).

Y es que, como subraya el borrador que Educación negociará con los sindicatos en la Mesa Sectorial de mañana, «la atención en horario no lectivo debe estar garantizada a través de la actuación cooperativa y coordinada del claustro de profesores, del ayuntamiento del municipio, de la asociaciones de madres y padres de alumnos (ampa) y, si conviene, de otras organizaciones sin finalidad de lucro».

También se obliga a que, durante las actividades no lectivas hasta las 17 horas, al menos dos docentes permanezcan en el colegio. Uno de ellos debe ser miembro del claustro del y otro del equipo directivo. Para mantener la jornada intensiva deberá repertirse la votación de los padres cada tres años.