La exconcejala María José Alcón, detenida en la Operación Taula, no solamente corroboró ante la UCO de la Guardia Civil y ante el juez que participó en la operación de lavado de dinero en vísperas de la campaña electoral de las municipales de 2015. Además, dejó constancia de que la práctica de utilizar billetes de quinientos euros en el grupo popular del Ayuntamiento de Valencia no se inventó en marzo y abril. Viene de bastante antes. En su declaración, Alcón fue preguntada por los sistemas de financiación del grupo, a lo que ella respondió que, entre otros, «el partido hacía lotería para ganar fondos». Y es entonces cuando se explaya: «coincidiendo con la recogida de la lotería en la sede del grupo municipal María del Carmen García Fuster le daba un billete de 500 euros que la manifestante tenía que devolverle en billetes más pequeños», recoge el acta de la declaración judicial a la que ha tenido acceso este diario.

Explica Alcón que esto «sucedió en las navidades del año 2014 a 2015», lo que llevaría a pensar que meses antes de los comicios el grupo popular ya contaría con una cantidad de dinero en B que tendría necesidad de blanquear. Preguntada por si tenía conocimiento de la procedencia de los billetes de 500 euros que daba García Fuster ,según ella, o si otros componentes del grupo participaban ya entonces de esta práctica, la exedil respondió que no lo sabía. En sus declaraciones ante la Guardia Civil y el juez, Alcón corrobora que en la precampaña ingresó 1.000 euros a la cuenta del grupo y García Fuster le reintegró dos billetes de quinientos en mano.

Las grabaciones practicadas por la UCO avalan la información ofrecida por Levante-EMV sobre la ruptura entre el exvicealcalde y esposo de Alcón, Alfonso Grau, y Rita Barberá. El primero aceptó asumir toda la responsabilidad en el caso Nóos a cambio de que la exalcaldesa situara a Alcón en lugar de la lista con opciones de salir elegida. Barberá relegó a Alcón al número 16 de la candidatura. La publicación por este periódico de unas conversaciones de la entonces asesora con el exgerente de Imelsa Marcos Benavent sobre el cobro de presuntas mordidas llevaron a la todavía alcaldesa a apartarla. Y ahí se consumó la ruptura entre Grau y Barberá. El 7 de mayo, el vicealcalde llama a su esposa y le traslada que ha tenido la última conversación con Rita cuando ésta le llamó para trasladarle que incluso la expedientaría, que debía asumir la responsabilidad. «¿Me hablas de responsabilidad?», le preguntó Grau a Barberá. «Mira, en esta familia el cupo de sacrificar inocentes para salvar a responsables ya lo hemos cubierto, ¿vale?». Grau, que aludía así a su asunción de la culpa en el caso Urdangarin, explicó a Alcón que a la alcaldesa «se le ve que se le quema el culo».

En otra conversación, Alcón cuenta que Grau le dijo a Rita:«Hay un tema que he pagado yo y que sabes que es cosa tuya». Añade la exconcejala que al vicealcalde «lo han cogido de chivo expiatorio» en Nóos.

La exconcejala explica a su hijo Vicente Burgos Alcón que Grau «la ha tenido muy gorda con Rita y le ha dicho que tenga 'cuidado con lo que haces' y 'con lo que has incumplido porque hay un tema que he pagado yo y sabes que es cosa tuya'. Está la alcaldesa cagada...». «Él [Grau] no ha hablado nunca con Urdangarin... si no lo conoce ¿Cómo vas a hacer tráfico de influencias, cariño o malversar dinero con una persona que no conoces?», se pregunta retóricamente Alcón en conversación con su hijo.