La Universidad Católica de Valencia San Vicente Mártir (UCV) ha lanzado un órdago contra lo que entiende como «vulneraciones del derecho a la libertad religiosa» por parte de los poderes públicos valencianos. En un comunicado, el Observatorio Socioeconómico-político de la entidad denuncia una persecución contra la enseñanza de religión y una campaña de discriminación en favor de la enseñanza pública por parte del Consell. Así, la UCV lamenta «la pretendida supresión de la enseñanza religiosa escolar alegada por un grupo parlamentario en la Comunitat Valenciana, que presentó una proposición de ley sobre la eliminación de las clases de religión en las escuelas públicas», y desliza la tendencia por parte del gobierno autonómico «a privilegiar y promocionar la educación pública estatal frente a la de iniciativa social pública no estatal».

En este sentido, la institución académica pone sobre la mesa la Constitución para reclamar el derecho a la libertad religiosa, algo que considera que también se está vulnerando en otro ámbito, el de la simbología en espacios públicos.

Este proceso «ha tenido lugar mediante la supresión de elementos religiosos en fiestas patronales, universidades, colegios públicos y dependencias institucionales públicas», apunta el observatorio de la UCV, que se acoge a la conocida Sentencia Lautsi en la que se establece que «el símbolo de la cruz constituye un símbolo del Estado, parte de su historia, cultura e identidad nacional y representa los valores de la sociedad civil italiana, basada en los principios de igualdad, libertad y tolerancia».

«Un derecho natural inviolable»

Abriendo el prisma, la UCV manifiesta que «una democracia no puede considerarse tal si no defiende el derecho de la libertad religiosa de las persona», el cual debe ser defendido por el Estado activamente, como señala el comunicado: «No ha de verse, por tanto, solo como un derecho fundamental reconocido en nuestro ordenamiento, sino como un derecho natural inviolable. El comunicado termina apuntando que la libertad religiosa «es un derecho de todas las confesiones, no un privilegio de la Iglesia Católica».