Los pasajeros del vuelo de Ryanair FR 2986 que tenía previsto salir a las 11.45 horas desde Valencia con destino Bruselas hacían cola ante la ventanilla de la compañía en el aeropuerto de Manises para buscar una solución tras su cancelación. La mayoría se había despertado con la noticia de los atentados en Bruselas en el aeropuerto de Zaventem y con un correo electrónico de Ryanair que les avisaba de que su viaje se cancelaba.

Cargados con las maletas, esperaban pacientemente su turno para elegir una de las opciones que está ofreciendo la compañía: cancelar el billete y pedir la devolución del dinero o ser recolocados en algún otro vuelo a diferentes aeropuertos europeos. Hasta el sábado no se ofrecía un vuelo directo a Bruselas. Tanto el transporte como el hotel corrían por cuenta de Ryanair.

En la cola muchos ciudadanos de centroeuropa que volvían a Bélgica, Holanda o Alemania después de pasar unos días en Valencia pero pocos españoles. Entre ellos Laura Albarrad, una joven valenciana que trabaja desde septiembre en Holanda y que había venido a pasar unos días de Fallas junto a la familia. Tenía el billete a Bruselas desde octubre y hacía cola para buscar una opción de vuelta "aunque mi familia no quiere que vuele". La noticia del atentado le había llegado esta mañana a través de un mensaje. "Creía que era una broma para que no me fuera aunque cuando he visto que era verdad casi me da algo", asegura.