A cal y canto. El Parlamento Europeo en Bruselas se ha sellado tras los atentados de esta mañana que se han cobrado la vida de, al menos, 26 personas, según las últimas informaciones. «Yo he llegado justo después del atentado en el aeropuerto y minutos antes de la bomba del metro», explica a Levante-EMV Pau Garrigós, fotógrafo oficial de la institución. «De repente, los servicios de vigilancia y bomberos se han desplegado por el edificio y se les veía ir por todos lados», añade.

Este joven valenciano se ha desayunado, como el resto de residentes de Bruselas, con la noticia de las bombas. «Lo primero que he hecho ha sido ponerme en contacto con mis amigos y otros valencianos que viven o trabajan por la zona afectada. Parece que todos están bien», cuenta el fotógrafo, que normalmente se desplaza en bici y por tanto evita el metro. Tanto él como otros valencianos se han apresurado a comunicar por las redes sociales que se encuentran bien, un mecanismo utilizado masivamente también durante los atentados de París.

Desde su ventana en el Parlamento Europeo divisa a los militares desplegados por los accesos del edificio, ahora blindado. «Los teléfonos no paran de sonar. Están pidiendo que la gente no salga a la calle y que los niños no salgan de los colegios a no ser que vayan los padres a por ellos», detalla.