Raúl Hernández López es un ingeniero informático de 33 años de Valencia que vive en Londres y que se encontraba estos días de vacaciones en Amberes. Iba a coger el avión en Bruselas para volver a Valencia para disfrutar de sus vacaciones de Pascua cuando le sorprendieron las explosiones de los atentados en la otra parte del aeropuerto. "Cuando iba a entrar a la puerta de embarque un empleado del aeropuerto llegó corriendo y gritando una bomba, una bomba? entonces yo y el resto de personas nos pusimos a correr en estampida".

Al cabo de unos 15 minutos, continúa: "Se escucharon nuevas explosiones y hubo nuevas estampidas, la gente corría y yo corría sin más". Realmente ahí "pasé mucho miedo" pero después se fue serenando. De hecho, cuenta su historia a Levante-EMV desde un polideportivo cercano al aeropuerto donde fue evacuado junto con otros viajeros, "unos 200 más o menos que siguen aquí", decía.

Junto a él, están otros valencianos: Luis Mogino (músico), Carlos Salgado (estudiante de informática), Mar Roca Mora (de Montcada y estudiante de Ciencias del Mar) y Edu, músico de Alboraia. Sanos y salvos y contentos por haber salido ilesos de este terrible atentado.

"Me enteré en el vuelo de que había un atentado terrorista"

Vicent Magraner Ripoll, un estudiante de Erasmus de Simat de la Valldigna, vivió la tragedia de Bruselas como espectador ya que estaba de vacaciones en la capital de Bélgica. "Cuando volaba en dirección a Dublín nos dijeron en el avión que al bajar nos interrogaría la policía", cuenta.

Su vuelo salió de Charleroi ya que la vuela de controladores de Francia obligó a cambiar su viaje. "Estuve en Bruselas de vacaciones y salí hacia las 19 horas del martes pero llevo 20 horas sin dormir por el vuelo y los nervios", comenta. Este estudiante de ADE señala que en el aeropuerto de Charleroi habría "mil españoles" dado que la huelga gala les obligó a cambiar sus planes para volver. En algún caso, es muy posible que hayan salvado la vida por esa acción de protesta de los controladores galos.

"Aún estoy temblando, yo mañana tenía que estar allí para volar a Valencia"

Mónica García Gimeno es una agente comercial que vive desde hace 4 años en Bruselas. Tiene 28 años y nació en Valencia. Estaba desayunando en casa y se quedó horrorizada al ver la televisión: «Aún estoy temblando yo mañana tenía que estar en el aeropuerto de Bruselas-Zaventem para volar a Valencia, iba a pasar las Pascuas, entonces he empezado a ver que hablaban de las explosiones en la tele aún no de los suicidas terroristas».

Al terminar su desayuno, se vistió y bajó caminando hacia su trabajo: su despacho está a 8 minutos de la estación de metro de Maelbeek. «Desde el despacho sólo oigo helicópteros, de camino me he cruzado una ambulancia, todos los compañeros estamos pegados al teléfono y todos nos informamos para saber si los nuestros están todos bien, afortunadamente sí están muy bien». Por último, mandó una muestra de solidaridad »para todas las víctimas, esta es una ciudad pequeña aunque no lo parezca, y el que más o el que menos tiene a alguien conocido entre ellas».